Faena a la vieja usanza

De rojo y azabache, vestido a la antigua usanza, el diestro Julio Aparicio lidió sus seis toros de la ganadería de Jaralta en la corrida goyesca que ayer se celebró en Chinchón, en la misma plaza Mayor por donde el pintor paseó muchas tardes acompañado de su hermano Camilo, capellán de la iglesia chinchonense.La ciudad a la que Francisco de Goya regaló su cuadro La Asunción, para resarcirla del incendio que sufrió tras la entrada de las tropas francesas durante la invasión napoleónica, se vistió ayer con sus mejores galas para recibir al torero madrileño.

Caras conocidas, buen ambiente y numerosos turistas acudieron a presenciar el evento taurino que, como no podía ser de otra forma, protagonizó Julio Aparicio. El torero madrileño lleva años organizando en Chinchón festivales taurinos a beneficio del convento de monjas clarisas.

La corrida de ayer, presupuestada en 20 millones de pesetas, coincidió con la celebración del apóstol Santiago, día festivo en esta ciudad, y fue el plato fuerte de la Semana Cultural de Goya organizada por el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y distintas asociacienes culturales y empresariales de la ciudad. "Está resultando muy bien y sirve para potenciar el turismo", dice Jesús Hernández, alcalde de Chinchón.

Esta época del año suele ser baja en visitantes, pero la programación goyesca la ha activado. "Las jornadas gastronómicas con platos de la época de Goya están gustando mucho, especialmente los postres, como la miel sobre hijuelas y la leche frita, y platos como la gallina en pepitoria", afirma Manuela Nieto, presidenta de la Asociación de Hostelería e Industria de Chinchón, y dueña de uno de los 22 restaurantes de esta ciudad.

Otros actos celebrados estos días han sido un espectáculo de danzas goyescas y la presentación de una guía histórica de Chinchón, elaborada por Cecilio Serrano, presidente de la Asociación de Amigos de Chinchón.

"Este Chinchón y esta plaza son los mismos que Goya conoció. La plaza es del siglo XVI, y precisamente en época de Goya se abrió el paso a los carros de mulas y a las procesiones", señala Serrano, quien recuerda la tradición taurina de esta villa que empezó en el siglo XVI con las corridas que los condes de Chinchón daban primero en el patio de armas del castillo y después en la plaza Mayor.

Hoy viernes, a partir de las diez de la mañana, habrá en esta plaza una demostración de avancarga con armas antiguas y el sábado se cerrará esta semana cultural con otra corrida, esta vez a cargo de los diestros Regino Agudo y Francisco Porcel.