Responsables y factura

Francia es la principal contribuyente al programa Ariane 5, con un 46,2% del total (900.000 millones de pesetas). Alemania carga con un 22%; Italia, con un 15%; Bélgica, con un 6%; España, con un 3%, y el resto (Holanda, Suecia, Suiza, Noruega, Austria, Dinamarca e Irlanda) oscilan entre un 2% y un 0,2%. En la ESA hay preocupación sobre cómo se repartirá la factura del fracaso. Los mil millones de francos (unos 25.000 millones de pesetas) que costaba el primer Ariane 5 tendrán que ser repuestos, y se considera necesario reforzar el capital para seguir con el proyecto. Esos asuntos serán tratados en septiembre."Necesitamos un par de meses para corregir el error y decidir las medidas necesarias para que no se repitan problemas como el de junio; cuando tengamos a punto todo eso, sabremos el dinero que hace falta y empezaremos a pensar en quién lo aporta", dijo ayer Luton. Las pérdidas estimadas por el retraso de la comercialización del Ariane 5 ascienden a unos cien millones de francos franceses (2.500 millones de pesetas) al mes.

La comisión recomendó hacer "más transparente" la cooperación entre los participantes en el programa Ariane 5. Una de las razones por las que nadie probó el sistema informático mal configurado ("una cadena de errores humanos", según el informe), fue que la información que se pasaban unos a otros era demasiado oscura e incompleta como para ser totalmente comprendida.

Luton dijo que, a pesar de los duros ajustes presupuestarios que atraviesa la ESA, se intentará hacer un hueco en los próximos Ariane 5 para recuperar parte de la misión Cluster (proyecto científico clave), cuyos cuatro satélites se perdieron en la explosión.