El Gobierno italiano obliga a Berlusconi y a la RAI a prescindir de una cadena cada uno

Mediaset, la sociedad que agrupa a las televisiones italianas de Silvio Berlusconi. deberá prescindir de una de sus tres cadenas actuales, aunque podrá evitar cerrarla si la desvía al cable -que aún no existe- o al satélite en el plazo de un año. Además, deberá renunciar a un 2% de la publicidad de cada cadena o al 6% de una sola. Por su parte, la RAI, la televisión estatal, habrá de reconvertir una de sus tres cadenas en una "red federal" aún no definida. Esas medidas forman parte de las decisiones adoptadas ayer por el Gobierno sobre telecomunicaciones y televisión.

, Fedele Confalonieri, presidente de la sociedad Mediaset, dijo que el proyecto de ley antimonopolio del Gobierno italiano es "bueno y malo". Sólo 24 horas antes, había calificado de "vandalismo económico" las noticias de que el Gobierno aprobaría la reducción del 2% de la publicidad por cadena para los grupos privados titulares de más de dos concesiones televisivas de ámbito nacional, circunstancia en la que sólo se encuentra Mediaset."La norma está claramente orientada a penalizar a Mediaset", clamó el grupo en un comunicado.

Gianni Letta, jefe del Gabinete de Berlusconi y ex alto dirigente de sus televisiones, dijo, en un primer momento, que la reducción del límite de la publicidad supondría para el grupo una "pérdida" de 750.000 millones de liras (más de 60.000 millones de pesetas). El ministro de Comunicaciones, Antonio Maccanico, consideró, por su parte, que esa apreciación era muy exagerada y que "la reducción de ingresos, que no pérdida" del grupo podría ser cifrada en unos 150.000 millones de liras.

Confalonieri le dio después la razón y reconoció que, en los primeros momentos, "se lanzaron cifras a lo loco". El presidente de Mediaset moderó sus críticas tras conocer otros detalles favorables a su grupo contenidos en la norma del Gobierno. Ésta trata de adecuar la legislación a la sentencia del Tribunal. Constitucional de hace un año, que dictaminó que la concentración actual de poder televisivo en manos del grupo controlado por Berlusconi es excesiva, aunque sea conforme a la ley aprobada en 1991. El proyecto, del Gobierno ha sido acelerado para evitar que, al cumplirse el plazo para que la sentencia sea ejecutiva, Mediaset no tenga otra alternativa que cerrar una de sus cadenas.

Limitaciones

La nueva norma prevé que ningún operador, público o privado, pueda tener más del 20% de las frecuencias asignadas, ni controlar más del 30% de los recursos económicos del sector, incluidos los de publicidad, las subvenciones y el canon. Mediaset, controla en la actualidad un 36% de recursos. Para quien opere simultáneamente en el campo editorial y radiotelevisivo, el límite será del 20% de los recursos globales de ambos campos.

La norma gubernamental establece también la creación, de un órgano regulador para la radiotelevisión, denominado "Autoridad", con competencias tanto sobre las infraestructuras e instalaciones -acerca de cuya adjudicación deberá pronunciarse-, como sobre el equilibrio publicitario y la igualdad de acceso a los medios por parte de los partidos.

El presidente de la Autoridad será nombrado por el presidente de la República a propuesta del jefe del Gobierno. Tendrá ocho consejeros, divididos en dos comisiones iguales, una para infraestructuras y otra para el resto, que serán elegidos por mayoría absoluta en las dos cámaras del Parlamento.

La nueva norma no tendrá plena aplicación hasta el 27 de agosto de 19971 y de ahí deriva el plazo de un año a disposición del grupo de Berlusconi para desviar hacia el satélite una de sus cadenas. Este es uno de los puntos de la norma valorados positivamente por Confalonieri.

Pero aún es más importante que, aunque quede todavía por elaborar la ley que reestructurará globalmente el sistema televisivo, el ministro de Comunicaciones, Antonio Maccanico, aclarara ayer que Mediaset podrá participar en el negocio de la telefonía móvil. Rumores que descartaban esa posibilidad por razones de antimonopolio mantuvieron ayer en vilo las acciones de Mediaset, que empezaron a cotizarse en bolsa el pasado lunes.:

No dejarse intimidar

Silvio Berlusconi aludió ayer, en un debate parlamentario, a las medidas televisivas adoptadas por el Gobierno. "No nos dejaremos intimidar por ninguna advertencia, ninguna amenaza ni ninguna disposición gubernativa contra mí y contra lo que he construido, también en el interés del país, como lo demuestra la reacción de importantes inversores extranjeros", dijo.

Por parte de la RAI, no hubo ayer reacción a la nueva regulación emanada del Ejecutivo. No obstante, el escritor Enzo Siciliano, recién designado presidente del Consejo de Administración del ente público, en el que también se sienta la directora cinematográfica Liliana Cavani, expresó en días pasados a Maccanico su preocupación por las consecuencias que pueda tener para RAI la federalización de una de sus redes. Ese proceso será regulado en la ley global, que se aprobará próximamente.