La Generalitat se resiste a retrasar la liberalización de telecomunicaciones

La Generalitat ve con contrariedad que el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, apueste por retrasar la liberalización de las telecomunicaciones más allá de 1998, según manifestó ayer Miquel Puig, secretario de Industria del Gobierno catalán. Tampoco está de acuerdo con legalizar las redes de cable existentes antes de la ley e insiste en que los operadores de cable deben ser autorizados a servir telefonía.

"Nuestra discrepancia con el decreto-ley de liberalización de las telecomunicaciones es que legalice las redes de cable preexistentes a la ley", declaró Miquel Puig a EL PAÍS. "La ley del cable, votada o no por el PP, la tienen que cumplir todos los españoles y no es lógico que se convoquen concursos del cable y se concedan licencias saltándose esa ley. A eso nosotros nos oponemos", añadió.Para los socios catalanes del Gobierno del PP, la rapidez en liberalizar el sector de las telecomunicaciones es uno de los pilares básicos del desarrollo. Por eso, otro tema crucial es el tipo de competencias que se va a atribuir a la Compañía Telefónica. Ésta última, el tradicional monopolio, pide la completa liberalización ya, mientras que una hija de la tímida apertura, como Retevisión, solicita que no se abran más las puertas: han cambiado las tomas.

A este respecto, Puig comenta: "El ministro pretende que sólo Retevisión ofrezca telefonía básica. Nuestra posición es que no estén solos Telefónica y Retevisión, que no haya duopolio, sino que los operadores del cable también ofrezcan servicios telefónicos. En el Reino Unido el duopolio fracasó y no les llegó la verdadera competencia hasta que se implantaron las compañías de cable. En España puede pasar lo mismo. Evidentemente Telefónica y Retevisión ofrecerían servicios telefónicos completos, internacionales, y los del cable, servicios locales".

La tercera discrepancia entre Gobierno y Generalitat es la fecha en que debe terminar el periodo transitorio hasta la liberalización completa. "Obligatoriamente acaba en el 2003, pero nosotros propugnamos el año de 1998", afirma el alto cargo de la Generalitat. Hasta que el PP llegó al poder, también opinaba lo mismo. Ahora Arias Salgado negocia en Bruselas una fecha intermedia. "Habrá que apostar por el 2000", reconoce Puig.

Pese a este posible retraso, la Generalitat insiste en que los operadores del cable en Cataluña deben ofrecer telefonía. De lo contrario "no creemos que haya concursantes, porque no les interesará cablear pueblos de 3.000 habitantes sólo para ofrecer televisión".