Descubierta en Londres una fábrica de bombas del IRA listas para usar

La policía británica dijo ayer haber evitado una inminente escalada terrorista del IRA que se hubiera saldado "con numerosas víctimas", al descubrir en dos pisos de Londres una fábrica secreta de explosivos que contenía 36 bombas listas para ser colocadas. En la operación, de gran calado y aparatosidad y que se llevó a cabo durante la madrugada, fueron detenidas siete personas.

El hallazgo de la fábrica de bombas en Londres, donde en febrero fue localizado otro laboratorio secreto de explosivos, resulta providencial, ya que, según el responsable de la brigada antiterrorista, comandante John Grieve, la captura del material se produjo "apenas horas antes de que los explosivos destinados a causar numerosas víctimas fueran colocados" en diferentes puntos del sureste de Inglaterra y Londres.Miembros de los servicios secretos MI5 y de la brigada de bomberos intervinieron en una operación a la altura de las películas de ficción, a juzgar por las declaraciones de algunos vecinos de Woodbury Street, en un barrio de suroeste de Londres, donde poco después de las 2.30 de la madrugada irrumpió la policía.

La calle quedó cortada durante la noche y parte de la mañana y los vecinos aseguraban haber escuchado disparos, pese a que la policía dijo que sólo utilizó gases paralizantes. En este primer domicilio fueron detenidos cuatro hombres en aplicación de la legislación antiterrorista. En Lugard Road, al sur de la capital británica, se produjo el segundo registró policial que se saldó con otros tres detenidos y la incautación de nuevo material explosivo. La policía visitó varias casas más en otros puntos de la capital británica, pero no se produjeron más detenciones.

Desde que el 9 de, febrero pasado el IRA rompiera su alto el fuego con una bomba en los Docklands londinenses, los Provisionales han hecho estallar siete bombas en Gran Bretaña. Una de ellas hizo saltar por los aires el 18 de febrero al activista que la transportaba, Edward O'Brian, de 21 años, en cuyo domicilio la policía encontró más tarde abundante material explosivo. Entre el material incautado ayer, listo para montar no menos de 36 bombas había documentos y fotografías de presuntos objetivos terroristas.

Alivio

La operación policial ha producido considerable alivio al Gobierno británico ya que cualquier nuevo atentado podría encender definitiva e irremediablemente la chispa de la violencia sectaria en Irlanda del Norte. La situación en la provincia, donde las fuerzas de seguridad continúan en estado de alerta, era ayer algo más distendida tras una cuarta noche de disturbios en Belfast y en Londonderry, aunque de menor intensidad que en las noches precedentes. Aun así, el ánimo en esta última ciudad, donde nació en 1969 el movimiento de derechos civiles que desembocaría en el largo conflicto del Ulster, era muy bajo.Por la mañana, miles de ciudadanos pertenecientes a la comunidad católica rindieron un último tributo a Dermot McShane, de 35 años, que falleció el sábado por la mañana en el hospital de Londonderry tras ser atropellado por un land rover policial durante los terribles disturbios de esa madrugada en la histórica zona del Bogside, donde se desarrollaron la mayoría de las acciones de protesta nacionalistas durante los primeros años del conflicto de Irlanda del Norte. McShane, antiguo miembro del grupo republicano lNLA (Ejército Irlandés de Liberación Nacional), había cumplido una condena de cinco años por terrorismo.