Samper se niega a dimitir "para mantener la vigencia del Estado de derecho" en Colombia

"No hay dilema: se queda". Así tituló ayer en primera página el diario El Tiempo. Se refiere a la respuesta que dio el presidente Ernesto Samper a la sugerencia planteada el sábado por este rotativo, el más influyente del país, que en su editorial pedía a Samper su retirada del poder. "Resulta imposible adoptar en estos momentos y circunstancias una actitud distinta a la de mantener, en cabeza del presidente, la vigencia del Estado de derecho", contestó Samper en carta dirigida al director del diario. Los tres mayores sindicatos colombianos se han unido a la petición de relevo del presidente reclama desde diversos medios. Los militares, mientras, piden "soluciones rápidas", sin mencionar a Samper.

El Tiempo, uno de los más sólidos soportes de Samper durante esta interminable crisis, cambió su línea editorial a raíz de la decisión de Estados Unidos de suspender el visado al primer mandatario. El editorial del periódico fue considerado como un golpe demoledor para el Gobierno. En su carta de respuesta, Samper asegura que rompió su "regla de oro" de no contestar a la prensa, pues le preocupa que el editorial sea tomado "como una ocasión adicional para debilitarme o crear con fusión" entre quienes les están apoyando. El presidente remata su carta reafirmando su decisión de permanecer en el poder hasta el fin de su mandato. "No significa que el dilema [el de quedarse o irse], hoy como ayer, y hasta el 7 de agosto del 98, siga vigente", concluye.Pero los hechos muestran que cada vez es más difícil para el presidente manejar el país. "Con visa o sin ella, Samper no podrá gobernar", decía ayer el columnista de El Tiempo Enrique Santos, uno de los periodistas de este diario que, al margen de la línea editorial, se colocó del lado de los más duros opositores al Gobierno. Los episodios de violencia se suceden cada día por todo el país. Seis personas fueron ejecutadas en San Roque, 700 kilómetros al norte de Bogotá, por un grupo paramilitar, según la policía, después de que fueran convocados por sus nombres.

El Espectador, otro de los grandes diarios del país, en su editorial dominical, titulado 'No es el tiempo del actual Gobierno', mantiene que el mandato de Samper está "irremediablemente depreciado". Plantea un frente unido de los colombianos, no de solidaridad con el Gobierno, " que no se ha hecho acreedor a ese concurso", sino de "patriótico rechazo" a la intervención extranjera.

A los duros editoriales, a la petición de renuncia formulada por los principales sectores empresariales y al breve comunicado de los altos mandos militares, que piden "que se normalicen con rapidez las relaciones con EE UU", pero no dedican ni un renglón a brindar apoyo o solidaridad a su comandante en jefe, se sumaron ayer las voces de tres de los más poderosos sindicatos del, país: el de los empleados petroleros, el de Telecom (empresa nacional de comunicaciones) y el de la empresa de teléfonos de Bogotá. Convocaron un paro nacional contra la política económica de Samper y para forzar su retirada, pues lo consideran "indigno". Los dirigentes sindicales aseguran que el Gobierno trata de manipular a la clase obrera y ha hecho creer falsamente que ellos están del lado del presidente.

El ministro saliente de Asuntos Exteriores, Rodrigo Pardo, se unió ayer al grupo de analistas de la difícil situación. En un artículo que publica El Tiempo asegura que la actual crisis con Washington es producto de una "locura colectiva", cuya principal fuente es "la política injusta y equivocada de EE UU". Reconoce que "desde muchos sectores de la sociedad colombiana, e incluso del Gobierno, también se ha fomentado la locura". "La infiltración del dinero del narcotráfico en la campaña electoral no tiene explicación posible en el Gobierno, el Congreso y los medios de comunicación norteamericanos", afirma, y acusa de sostener una visión estrecha a quienes piensan que el problema radica en la mentalidad de determinados funcionarios estadounidenses. Para salir de esta locura, dice Pardo, se requiere "una actitud seria de las partes. El intervencionismo y el narconacionalismo son igualmente peligrosos".Y mientras el apoyo interno disminuye, cinco Gobiernos centroamericanos y el chileno emitieron un comunicado en el cual expresan "preocupación e inconformidad por la medida norteamericana", y piden a EE UU que muestre las pruebas que dice tener contra el presidente samper. Para hoy se anuncia un comunicado de apoyo del Grupo de Río, formado por 14 países latinoamericanos. Aunque llevan varios días sin ponerse de acuerdo, se espera que el comunicado rechace la suspensión del visado a Samper por considerarlo una intromisión en los asuntos internos de Colombia.