Los habitantes del gueto de Méndez Alvaro se resisten al desalojo

Los moradores del poblado de Méndez Alvaro, arrasado por las llamas el pasado día 5, no saben de fechas ni de calendarios. La orden municipal de desalojo del terreno situado bajo el puente de Pedro Boch (distrito de Arganzuela) vence mañana. Pero ellos advierten, a pesar, estar custodiados día y noche por un coche de la policía municipal, que se resistirán, al pie de sus tiendas de campaña, a cualquier intento de desalojo.Ayer por la tarde, uno de los 50 habitantes de este gueto -la mayoría inmigrantes y toxicómanos- preguntaba con cara de no saber nada: "¿Que cuándo nos van a echar? ¿Pero dónde vamos a ir si estamos en la calle? Que nos den una vivienda y luego ya nos buscaremos nosotros la vida".Tampoco quieren oír hablar de los albergues que les ofrece el Ayuntamiento de Madrid."¿Cuántos días nos van a tener allí? Dos, tres, y luego a la calle. De aquí nos echarán por la fuerza, es lo único que tenemos", espetaba otro de los hombres.

El alcalde José-María Álvarez del Manzano señaló esta semana su deseo de realojar a todos los pobladores y de vallar la zona para evitar nuevos asentamientos. El concejal de la junta de Arganzuela, Clemente Torres, también se muestra tajante sobre la decisión de acordonar el terreno y convertirlo este verano en una zona ajardinada.

"Tienen hasta el lunes para abandonar voluntariamente el poblado; si no es así, pediré un mandato judicial y se procederá al desalojo. Tenemos todo el derecho a hacerlo, porque hemos ofrecido a estas personas recogerlas en albergues y se niegan", señaló Torres. Uno de los habitantes del poblado aseguraba que el próximo martes tenían una cita concertada con el concejal del distrito. "Dice que nos va a ayudar, pero no vamos a ir a ningún albergue. Que nos den una vivienda prefabricada", afirmaba el hombre.

De un carro de la compra tiraba una mujer de raza negra, que aprovechó la presencia de los periodistas para soltar una desafiante parrafada: "De aquí nos tendrán que echar por la fuerza. Que venga la policía y ya verá lo que le espera. No nos vamos a quedar quietos. Encima los periodistas sólo escriben mentiras, que aquí hay prostitución y drogadictos".

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