Comienza la Conferencia Mundial del Sida

ENVIADA ESPECIAL La frustración que ha rodeado hasta ahora a las sucesivas conferencias mundiales sobre el sida, desde 1985, parece quebrarse en esta XI edición que hoy comienza en Vancouver (Canadá). El descubrimiento de nuevas combinaciones de fármacos que mantienen a raya al virus hasta concentraciones casi imperceptibles hacen pensar a los científicos que a partir de ahora podrán empezar a hablar del sida como de una enfermedad crónica más. La palabra curación está en el ambiente.

El pesimismo, la mala noticia que ayer se puso de relieve en una reunión organizada también en esta ciudad por Naciones Unidas, es que el sida sigue imparable en los países más pobres. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, a 30 de junio, 21,8 millones de personas viven actualmente infectadas de sida en todo el mundo. El número real de enfermos se acercaría a los 7,7 millones, si bien oficialmente los distintos países sólo han informado de la existencia de 1.400.000 casos acumulados desde principios de los ochenta.

África acumularía, según la OMS, el 77% de todos los enfermos del sida del mundo, aunque hoy sólo refiera oficialmente un 36%. Estos países más afectados son los que no van a poder acceder a los tratamientos, a base cada vez de más medicamentos y más caros.

El sida sigue brillando con luz propia en el campo de las miserias humanas, la luz que le prestaron sus primeras víctimas en el mundo del arte y la cinematografía. Con ello, con espectáculo de música y color, comienza hoy en Vancouver esta conferencia a la que asisten 15.000 delegados de 100 países. Una de las primeras sesiones estará protagonizada por Robert Gallo y Jean-Luc Montagnier, enfrentados durante años por la, paternidad del descubriimiento del VIH, reconocida finalmente al investigador francés.