El fiscal cubano solicita 20 años de cárcel para Vesco, fugitivo de EE UU
La aventura de uno de los fugitivos más famosos y buscados de Estados Unidos está a punto de terminar. El financiero norteamericano Robert Lee Vesco, prófugo de su país desde 1972, será juzgado a finales de julio por un tribunal cubano, 14 meses después de haber sido detenido en La Habana. Vesco está acusado de cometer varios delitos económicos, por los cuales el fiscal solicita una pena de 20 años de cárcel, pero no será procesado por espionaje ni por otros delitos contra la seguridad del Estado, en contra de lo previsto.
Robert Vesco reside en Cuba desde 1982 con el beneplácito de las autoridades. El 31 de mayo de 1995 fue detenido "bajo sospecha" de ser "un provocador y agente de los servicios especiales extranjeros".Vesco, de 60 años, será juzgado en el Tribunal Provincial de La Habana a finales de julio o principios de agosto, según confirmó a EL PAÍS su abogado defensor, Menelao Mora. Vesco está acusado en Cuba de cometer tres delitos de tipo económico: "actos en perjuicio de los planes económicos o de la contratación estatal", "estafa" y "actividades económicas ilícitas". Por ellos, en sus conclusiones provisionales, el fiscal solicita una sanción conjunta de 20 años de cárcel.
También pide 10 años de privación de libertad por la misma causa para su esposa, Lydia Alfonso, una cubana de 43 años a quien el financiero conoció hace tiempo y con quien contrajo matrimonio el mes pasado en el hospital militar Carlos J. Finlay, donde ingresó el 31 de diciembre tras sufrir una hemorragia provocada por una gastritis.
El sumario del caso Vesco es voluminoso y de película, como la vida de su protagonista. El financiero norteamericano está acusado de montar un oscuro proyecto de biotecnología para investigar y producir en Cuba una droga milagrosa llamada Trioxidal, o TX. Dicha droga, que sería efectiva en el tratamiento del cáncer y el sida, habría sido descubierta en los años noventa por un científico norteamericano, Stephan Herman, quien, ante la imposibilidad de desarrollar su proyecto en EE UU, llegó a la isla de la mano de Donald Nixon, un sobrino del ex presidente norteamericano, Richard Nixon, que era amigo, y socio de Vesco.
Los tres -Vesco residía en Cuba desde 1982 y tenía contactos suficientes- convencieron a las autoridades de la isla para que apoyasen la idea, y así, en agosto de 1993, comenzaron las investigaciones sobre el Trioxidal. Primero trabajaron con el Ministerio de Salud, pero en diciembre de 1994 este organismo decidió parar el proyecto. Según la fiscalía, pese a ello, Vesco y Nixon continuaron con el plan TX en el laboratorio dependiente del Ministerio de Agricultura, Labiofam, que en ese momento dirigía Antonio Fraga Castro, un sobrino del presidente cubano.
La acusación principal del fiscal contra Vesco consiste en que el financiero, a sabiendas de que el proyecto de producción del Trioxidal aún no estaba aprobado -aunque sí el de investigación-, comenzó a producir TX de espaldas a las autoridades. Según el sumario, Vesco empezó, además, a recabar fondos entre empresarios extranjeros, todos con vínculos económicos con Cuba, a quienes estafó.
"El principal problema para la defensa es que la mayoría de las personas que podrían declarar a favor de Vesco no quieren venir a Cuba a testificar", asegura Mora. La defensa ha logrado que algunos de ellos realicen declaraciones juradas en varios consulados de Cuba en el extranjero, apoyando las tesis de Vesco. "Son 16, y entre ellos están desde Donald, el sobrino de Richard Nixon, hasta el ex marido de la princesa Carolina de Mónaco, Phillipe Junot, padrino en la boda de un hijo de Vesco".
Vesco está acusado por la justicia norteamericana de haber estafado 224 millones de dólares, así como de contribuir ilegalmente con 200.000 dólares a la campaña de reelección del presidente Richard Nixon, en 1972. También se le acusa de servir de intermediario entre el narcotraficante Carlos Lehder y las autoridades cubanas para utilizar la isla de trampolín para introducir cocaína en EE UU. Vesco se instaló en Cuba en 1982, después de ser expulsado de Costa Rica y varios países del Caribe, donde agentes norteamericanos intentaron capturarle en vanas ocasiones. Después de 13 años de vida plácida en Cuba, en mayo de 1995 fue detenido en su residencia de La Habana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.