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El gasto militar en Alemania abre el debate sobre el Ejercito Profesional

La disputa entre el ministro de Defensa, el democristiano Volker Rühe (CDU), y el de Hacienda, el socialcristiano de Baviera Theo Waigel (CSU), por el recorte de los gastos de Defensa parece cerrada. Todo indica que el Gabinete podrá aprobar en armonía el próximo miércoles el presupuesto para 1997. " disputa ha concluído", afirmó el canciller Helmut KohI. Al mismo tiempo, la disputa por el recorte de los gastos militares ha desencadenado en Alemania el debate sobre la conveniencia de reducir y profesionalizar el Ejército Federal.

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Tras una reunión de tres horas, ayer en Bonn, de los presidentes de los partidos de la coalición de Gobierno, democristianos (CDU), socialcristianos (CSU) y liberales (FDP), junto con sus jefes de grupo parlamentario en el Bundestag, el canciller Helmut Kohl (CDU) pudo comunicar con satisfacción: "En lo que a mí respecta, la disputa ha concluido". Y r añadió: "Bajo el canciller Helmut Kohl en ningún momento le ha ido mal al Ejército Federal, y así seguirán las cosas en el futuro".Hace un par de días, Kohl le había leído la cartilla a su ministro de Defensa, Rühe (CDU), por haber planteado en público su negativa a aceptar el recorte de 1.000 millones de marcos (84.000 millones de pesetas) en el presupuesto para 1997. A Kohl no le molestó tanto la negativa del ministro a dejarse recortar el presupuesto como el método elegido por Rühe de llevar la disputa a través de los medios de comunicación. Esto le parecio a Kohl una ruptura del imprescindible espíritu de equipo que debe reinar en el Gabinete.. No ha trascendido en Bonn si Rühe (CDU) se saldrá con la suya y logrará conservar los 47.000 millones de marcos (cuatro billones de pesetas) para su cartera. No se sabe dónde aplicará Waigel (CSU) la podadora para recortar 7.000 millones de marcos (casi 600.000 millones de pesetas). Lo que sí parece es que se ha restablecido la paz entre los dos ministros y el Gabinete podrá presentar en armonía un presupuesto para el próximo ejercicio.

El tabú de la 'mili'

La polémica Rühe-Waigel ha desencadenado un debate sobre un tema hasta ahora considerado una especie de tabú en Alemania: el servicio militar obligatorio. Se cumple el próximo domingo un aniversario redondo, los 40 años de la creación del Ejército Federal, precisamente cuando se ha dado el pistoletazo de salida para lo que muchos pronostican que acabará en un cambio de modalidad del reclutamiento.El Ejército de reemplazo, es una dé las vacas sagradas de la República de Bonn que podría ser sacrificada en la de Berlín ante el tremendo imperativo de lo fáctico. El número creciente de objetores de conciencia; la necesidad de reducir gastos militares, los cambios en otros países de la OTAN, sobre todo en Francia; la transformación política en Europa, con la desaparición del comunismo y de las hipótesis clásicas de conflicto, han sacado a la luz a quienes preconizan un Ejército profesional.

En Bonn no se vio con buenos ojos el cambio en Francia hacia un Ejército profesional. Pocos días antes de la decisión francesa, el ministro Rühe, (CDU) comentaba a corresponsales extranjeros su esperanza de que no se adoptase la medida, y se preguntaba si tiene sentido. que en una Europa comunitaria cada país vaya por su lado con diferentes políticas de reclutamiento.

Ante los hechos consumados, los políticos en Alemania se han resignado y aceptan la decisión de su vecino del otro lado del Rin y expresan también comprensión por el hecho de que España vaya por el mismo camino en la profesionalización. Rühe (CDU) dijo que él ya esperaba que la decisión francesa tuviese repercusión en España.

Lo que no podía imaginar Rühe (CDU) es que él mismo desencadenara el debate sobre el Ejército profesional en Alemania con su carta sobre la Imposibilidad de mantener el actual volumen de 340.000 efectivos si le recortan el presupuesto. Argumentan los que defienden el Ejército de reemplazo que un soldado cuesta ahora 27.000 marcos (2,3 millones de pesetas) anuales, y por ese precio no se puede contratar un soldado profesional. Esto ocurriría si se mantiene la cifra de 340.000 efectivos, pero ya son muchos los que se preguntan si no bastarían 200.000 soldados profesionales para conseguir el mismo efecto.

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