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HACIA LA PAZ EN BOSNIA

La UE destaca como éxito la ausencia de Incidentes en las elecciones de Mostar

Juan Carlos Sanz

Los responsables de la Administración de la Unión Europea (UE) en Mostar estaban ayer asombrados por la normalidad de los comicios, los primeros que se celebran en Bosnia-Herzegovina en cuatro años. Votó el 55% del censo y apenas se registraron incidentes. Al término de las votaciones, el administrador de la UE en Mostar, el español Ricard Pérez Casado, consideró válidos los comicios y felicitó a los ciudadanos, a los que atribuyó el éxito de la jornada, que transcurrió, según dijo, "mucho mejor de lo previsto".

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Ni siquiera las mafias bosniocroatas. se atrevieron a actuar. En las principales encrucijadas y avenidas montaban guardia o patrullaban los blindados españoles y franceses de la fuerza de la OTAN en Bosnia (lfor). En cada uno de los 95 colegios electorales había al menos un policía de la UE o de la ONU, así como un observador internacional, mientras los agentes locales de cada sector reforzaban la vigilancia. Y, sobre todo, las decenas de autobuses que franquearon la línea de partición entre croatas (oeste) y musulmanes (este) de Mostar para trasladar a los electores contaron en todo momento con una escolta internacional. Fue el día más seguro en la reciente historia de la ciudad.La unidad antidisturbios de la Guardia Civil que vigilaba ayer la plaza de España de Mostar se limitó a observar el tránsito de los ciudadanos entre ambas orillas del río Neretva. Su abundante reserva de granadas lacrimógenas y, balas de goma se mantuvo intacta. El capitán de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil Jesús Muñoz ilustraba a media mañana la calma que reinaba en Mostar: "Sólo hemos contabilizado un incidente: un accidente de tráfico". El índice de participación oscilaba entre el 30% de: algunos distritos y el 70% en otros, con una media del 55%. Entre los exiliados en el extranjero se recogieron 8.000 votos.

La tensión sólo estuvo a punto de dispararse en torno al mediodía, cuando cuatro autobuses que trasladaban a votantes croatas a la orilla oriental quedaron bloqueados en el puente sobre el Neretva en las inmediaciones del hotel Ero, sede de la Administración de la UE en Mostar. "Los musulmanes no nos dejan ir a votar a. las zonas donde vivíamos antes",, bramaba un hombre de unos cincuenta años. Los vehículos de la policía internacional se presentaron poco después en el puente y escoltaron sin mayores problemas a los croatas. Uno de estos autobuses se dirigió hacia la aldea de Gognije, a unos cinco kilómetros al sur del centro de Mostar. Bajo la sombra del alminar de la mezquita, taladrada por impactos de artillería, los musulmanes de Gognije se hicieron a un lado ante la llegada de sus antiguos vecinos croatas, muchos de los cuales regresaban por primera vez en tres años.

En la ribera croata del Neretva, la interventora del Partido de Acción Democrática (SDA, leal al Gobierno de Sarajevo) compartía la sala de votaciones con los representantes de la Unidad Democrática Croata (HDZ). Esta mujer tuvo que huir al sector musulmán hace dos años después de que colocaran una bomba en su casa. Ayer sólo tuvo que soportar los insultos de un votante croata radical. Incluso el actual alcalde del sector musulmán y candidato de la coalición controlada por el SDA Por un Mostar Unificado, Safet Orucevic, no tuvo ningún reparo en afirmar que estaba encantado de poder votar en el sector croata, donde vivía antes de la partición.

Al menos cuatro autobuses procedentes de Belgrado habían llegado ya la noche del sábado. Estos exiliados también pudieron votar sin dificultades, pero sólo representaban una ínfima parte de los 23.000 serbios que vivían en la ciudad. Los técnicos de la UE calculan que 50.000 de los 120.000 habitantes de Mostar huyeron durante la guerra.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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