La actitud de la UPV/EHU

Mis compañeros G. Monreal E Knörr de la Universidad del País Vasco parecen considerar injusto que yo haya reprochado a esa institución su silencio de años respecto a la violencia terrorista y me recuerdan manifestaciones de las juntas de gobierno y otras declaraciones similares, que en efecto existieron. Pero creo que saben perfectamente a lo que me refiero, como lo sabemos todos quienes asistimos al acto en recuerdo de Tomás y Valiente, comparándolo con lo que se hizo (o, mejor dicho, no se hizo) cuando asesinaron a Juan de Dios Doval, Broseta y a todos los demás. Durante esos años plomizos no se suspendieron las clases como respuesta a los crímenes, ni hubo manifestaciones o concentraciones de protesta convocadas por toda la Universidad, ni se firmaron manifiestos como el que ahora han suscrito la mayoría de los profesores, ni se oyeron en un acto abierto a toda la sociedad palabras como las del rector Salaburu en el homenaje a Tomás y Valiente. Por otra parte (la Universidad no la forman sólo sus autoridades académicas), tampoco los alumnos hicieron ninguna huelga contra el terrorismo etarra, y no será porque durante ese tiempo no se convocaran huelgas con otros motivos menos nobles. En una palabra, no hubo ninguna movilización general de la Universidad ante la violencia destructiva que padecía el país y contra los dogmas asesinos que la propiciaban... y la propician.Como profesor de la UPV/ EHU acepto sin remilgos la parte de culpa que me corresponde en tal tibieza, la cual, evidentemente, no representó nunca lo que la mayoría pensaba y algunos se atrevían a decir individualmente en público. Me alegro que ahora esa pasividad oficialista meramente gimoteante haya concluido, aunque moleste a las brigadas de choque del paraterrorismo que enseguida han respondido como suelen, demostrando que también ellos han percibido el cambio. Y por favor, antes de comenzar a reescribir y embellecer la historia de nuestras actitudes pasadas frente al terrorismo será decente esperar a que esto acabe.-