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La patronal dice que el atentado pretende "minar la moral de los empresarios"

Aurora Intxausti

AURORA INTXAUSTIEl presidente de la Asociación de Empresarios de Guipúzcoa, José María Korta, transmitió ayer un mensaje de serenidad al conjunto del empresariado vasco animando a todos a no ceder ante el chantaje terrorista. El atentado dirigido contra el secretari ogeneral de Adegui, José María Ruiz de Urtxegi, y que ha dejado mutilado al empleado de esa asociación Santiago Leceta, llenó de consternación a las agrupaciones empresariales del País Vasco y a las centrales sindicales. Este atentado, según Korta, pretendía "minar la moral de los empresarios".

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Cuatro horas después de la explosión, el presidente y el secretario general de la patronal vasca Confesbask, Baltasar Errazti y José Guillermo Zubia, respectivamente, ofrecieron una rueda de prensa junto con el presidente de los empresarios guipuzcoanos, José María Korta, y representantes de Sindicato Empresarial Alavés y del Centro Industrial y Mercantil de Vizcaya. Todos coincidieron en que el objetivo del atentado era "minar la moral de los empresarios".El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, envió un mensaje a los empresarios vascos en el que les exhorta a que "no cedan nunca al chantaje ni a la extorsión".

La asociación que agrupa, a los empresarios guipuzcoanos se ha destacado en los últimos años por su rechazo al pago del denominado impuesto revolucionario a ETA. Sus críticas y denuncias ante este tipo de chantajes han sido duras y claras, animando a los empresarios a no ceder en ningún caso.

Ese contundente respaldo de las asociaciones de empresarios vascos ha posibilitado que en los últimos años se incrementase de forma considerable el número de denuncias de intento de chantaje, y posiblemente ha mermado los ingresos que ETA obtenía por este procedimiento.

Los vecinos de Andoain (Guipúzcoa) recordaban ayer que durante las últimas fiestas locales aparecieron en el pueblo carteles firmados por Jarra¡ con los nombres de José María Ruiz Urtxegi, del rector de la Universidad del País Vasco, Peio Salaburu, la dirigente del PNV Garbiñe Egibar y Asier Atutxa, hijo del consejero vasco de Interior. A todos ellos se les insultaba llamándoles nazkagarriak (asquerosos).

La patronal Adegui ha tenido una constante presencia en las múltiples movilizaciones que en Guipúzcoa se han realizado durante los secuestros de Julio Iglesias Zamora, directivo de lkusi, y José María Aldaya. El primero permaneció en poder de ETA durante cuatro meses y Aldaya once meses.

En los últimos cinco años, debido a las negativas de los empresarios a satisfacer las exigencias de ETA, esta organización ha enviado oleadas masivas de cartas que han sido denunciadas por los interesados ante la Ertzaintza. Esas denuncias permitieron desarticular una red de cobro del impuesto revolucionario. Adegui impulsó también una asociación creada en la zona guipuzcoana del Gohierri en la que un grupo de empresarios denunció públicamente haber sido objeto de la extorsión de ETA.

José María Korta cree que el atentado que ETA había preparado contra Ruiz de Urechegui es "un acto criminal que se ha realizado en contra del conjunto de los empresarios y de toda la sociedad". La acción terrorista, según Korta, estaba preparada para atacar a un colectivo que está aportando "alternativas y vías de solución a los graves problemas que padece nuestra sociedad y que ha contribuido a la cohesión y estabilidad y desarrollo del país".

La patronal de Guipúzcoa considera que ningún colectivo ni ningún ciudadano puede verse libre o sentirse inmune a esta locura. El presidente de Adegui pidió a la sociedad vasca el rechazo a todas las acciones terroristas, que "no hacen sino traer la desolación, la pobreza económica y moral y el desánimo". Responsables de todas las asociaciones de empresarios del País Vasco se trasladaron a San Sebastián para mostrar su solidaridad.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Periodista. Trabajó en EL PAÍS entre 1985 y 2021, tanto en la redacción de el País Vasco como en Madrid. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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