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Las referencias al control demográfico bloquean el acuerdo final en Estambul

La emigración y la salud reproductiva avivan el desacuerdo

ENVIADO ESPECIALLa de Estambul es la última cumbre de la ONU del siglo, pero da la sensación de un paso atrás a las cinco que la precedieron. Las referencias a la salud reproductiva y planificación familiar, que bloquearon las, conferencias de Pekín y El Cairo, se han vuelto a convertir en el principal, obstáculo hasta el último momento para aprobar el texto final de Hábitat II, que finaliza hoy, a pesar de los intentos de la ONU por centrar los debates en otros puntos más relacionados con las ciudades.

Los protagonistas del enfrentamiento: Estados Unidos y la Santa Sede, a través de países del Grupo de los 77, como Irán y algunos latinoamericanos. El principal intermediario: Canadá.

Mientras, al margen de esta polémica, el estrellato correspóndía ayer al dirigente Fidel Castro que llegó a Estambul para asistir hoy a la clausura.

La Super Coalición de Mujeres -una federación de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) con la carismática feminista estadounidense Bella Abzug a la cabeza- mostró ayer su irritación: "Es inaceptable", dijo Abzug, "que unos pocos países, liderados por la Santa Sede, bloqueen el acuerdo de la mayoría. Esto es una reunión de países, no de religiones. Nos preocupa el paso atrás". Una mujer que trabaja dentro e Naciones Unidas indicó: "No hay que echarle toda la culpa al Vaticano; algunos gobiernos están mucho más a la derecha que el Papa".

Lo cierto es que en las ONG presentes en Estambul, incluidas unas pocas españolas, la participación está prácticamente monopolizada por las mujeres.

La pelea del lenguaje

El secretario de Estado de Vivienda y Urbanismo de Estados Unidos, Henry Cisneros, subrayó su sorpresa por que no se acepte un lenguaje que ya ha sido consensuado en reuniones anteriores: "Esta no es una conferencia sobre control de población, pero los temas de salud, y también el de salud reproductiva, deben ser mencionados porque juegan un papel fundamental en los asentamientos sostenibles. Se trata de hacer una referencia a trabajos previos y con un lenguaje ya pactado".Diarmuid Martin, secretario del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz del Vaticano, intervino en la sesión plenaria para insistir en que lo importante en esta reunión es hablar de un "hogar" y una "vivienda digna para las personas, y sus familias", así como destacar que la "unidad humana fundamental es la familia".

El Vaticano no quiere que en la Agenda Hábitat salga ni planificación familiar -China es el país más empecinado en que sí aparezca-, ni la salud reproductiva -aquí el principal defensor del término es Estados Unidos, mientras que la UE está dispuesta a ceder y que no haya una referencia explícita.

Además, y como tema básico sobre el que los países desarrollados pasan de puntillas la poca concreción sobre los mecanismos de financiación de lo acordado. Y las diversas referencias a los "desalojos forzosos" no encuentran una salida de pacto.

En este sentido, el ministro de Vivienda de la Autoridad Palestina, Maruan Abdel Hamid, volvió a dar a la cumbre de la ONU otra de esas bofetadas de realismo: "El 67% de nuestro territorio en la ribera occidental está ocupado por asentamientos israelíes; y el 40% de Gaza. Tenemos 3,5 millones de refugiados, el 50% de la población palestina. La retirada de Jerusalén es una necesidad imperiosa. Sin esa retirada no habrá paz. Sólo es posible aplicar Hábitat II con una paz justa. Una estabilidad sin justicia es lo mismo que una derrota. Y de ella surgen el terrorismo, la violencia y el extremismo".

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