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La religión y su 'alternativa' tendrán valor académico

El Ministerio de Educación proyecta devolver a la asignatura de Religión el valor académico que tuvo en la regulación que en su día dio la UCD a esta materia. En consonancia, también tendrán todos los efectos académicos las notas de la asignatura que vayan a cursar alternativamente los alumnos que no deseen recibir tal enseñanza, según confirmaron ayer fuentes oficiales. Esta "alternativa", que con la UCD consistió en la asignatura de Ética, con el PP se plasmará en otra de "cultura religiosa".El actual equipo ministerial ha comenzado a pactar con la Conferencia Episcopal un nuevo estatuto para la clase de religión, a la luz de una interpretación del vigente tratado internacional entre España y el Vaticano distinta de la que ha venido haciendo la Administración del PSOE. La nueva norma previsiblemente aún no estará en condiciones de entrar en vigor el curso próximo.

La última interpretación socialista de dicho tratado se plasmó en un real decreto (16 de diciembre de 1994) que establece que el aprendizaje de la asignatura de religión, en la etapa de escolaridad obligatoria -primaria y ESO-, debe ser evaluado y las calificaciones del alumno reflejadas en su expediente académico. En el bachillerato, esas calificaciones "no se computan a los únicos efectos de obtención de la nota media para el acceso a la Universidad, ni para la selección de solicitudes de becas y ayudas al estudio cuando hubiera que acudir a los expedientes académicos para establecer un criterio de prioridad". "Esta salvedad", se explica en el preámbulo del citado decreto, "deriva del obligado respeto al principio de igualdad entre los alumnos, del mismo modo que entre todos los ciudadanos, que no han de verse discriminados por razón de la religión que profesen, circunstancia que ha de ser evitada, tanto en sentido positivo como negativo por parte de un Estado aconfesional". Para los alumnos que no quieren recibir la enseñanza de la religión, la norma establece unas "actividades de estudio alternativas", que se han concretado después en otras resoluciones ministeriales. El decreto señala que estas actividades, simultáneas a las de la clase de religión, "no serán objeto de evaluación y no tendrán constancia en los expedientes académicos de los alumnos".

La actividad alternativa se ha concretado en una asignatura denominada "Religión, Cultura y Sociedad", aunque sólo para dos de los cuatro cursos de la ESO y uno del nuevo bachillerato de la LOGSE.

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