Sigue la crisis en Colombia pese a la absolución parlamentaria de Samper por "narcoescándalo"

La Cámara de Diputados colombiana absolvió en la medianoche del miércoles al presidente Ernesto Samper de toda responsabilidad en el llamado narcoescándalo. Tal como se esperaba, 111 diputados votaron a favor de archivar para siempre la investigación que se abrió al jefe del Estado tras ser acusado de llegar al poder gracias al apoyo económico del narcotráfico a su campaña electoral de 1994. Otros 43 parlamentarios se pronunciaron a favor de la culpabilidad de Samper. Sin embargo, el veredicto, que fue acogido con alegría por los partidarios del presidente y con indignación por sus adversarios, no cierra la crisis política que vive Colombia desde hace dos años. La Cámara tiene 165 diputados.

Aunque Samper haya sido exonerado, las sospechas sobre la implicación de la clase política colombiana en el narcotráfico están aún lejos de ser disipadas. Actualmente se encuentran en prisión el ex ministro de Defensa y ex jefe de campaña del presidente, Fernando Botero; el ex tesorero de la misma, Santiago Medina; el ex procurador general y su adjunto y siete diputados, liberales al igual que Samper. Además, están bajo investigación judicial otros 20 parlamentarios y tres ministros: el de Relaciones Exteriores, Rodrigo Pardo; el de Interior, Horacio Serpa, y el de Comunicaciones, Juan Carlos Turbay.Dos minutos antes de la media noche del miércoles (las siete de la mañana de ayer en España), el presidente de la Cámara de Diputados, el liberal Rodrigo Rivera -quien condujo la última etapa del juicio del siglo-, proclamó veredicto: "En consecuencia queda precluida [archivada] la investigación". Hubo sonrisas y abrazos de los amigos del presidente y caras largas de los opositores. "Se consumó la gran farsa del siglo", aseguró el senador Jaime Arias, presidente de la Dirección Nacional Conservadora. "Fue una absolución indigna, proferida por un Congreso indigno", dijo el diputado Ramiro Velázquez.

En el cierre de la investigación no hubo nada inesperado: los amigos del presidente actuaron en bloque para votar no a las peticiones de nulidad del proceso -por el sinfin de irregularidades en la investigación- y para, a última hora, impedir que se votara por separado la culpabilidad política y penal de Samper.

Sorpresas

Sin embargo, sí hubo dos sorpresas: la primera, la intervención de Carlos Alonso Lucio, uno de los más radicales defensores de Samper, que planteó que el ingreso de dinero negro en una campaña electoral no es delito, sino que a lo sumo representa un problema moral. La otra sorpresa fue el voto del presidente de la Cámara quien, en medio de un remolino de periodistas nada más concluir su labor, aclaró: "Francamente, no encontré ninguna prueba para absolver, pero tampoco ninguna prueba para culpar al presidente".Muy pocos salieron a la calle a manifestarse en favor o en contra del fallo. Sólo un pequeño grupo de espontáneos samperistas con banderas lo celebraban frente al Congreso. La mayoría prefirió seguir los incidentes del partido de fútbol que llevó a un equipo local a la final de la Copa Libertadores de América.

En el palacio de Nariño, sede del jefe del Estado, el presidente celebró la decisión rodeado de sus amigos y familiares. "Puedo dormir tranquilo", confesó Samper al presidente del Senado, José Guerra Tulena. Posteriormente, en un comunicado, el presidente aseguró: "Ha sido ésta una demostración de la solidez de las instituciones colombianas", y anunció una serie de medidas para seguir gobernando. Samper ha recibido ya el apoyo de todos sus ministros.

Las primeras reacciones en el exterior al veredicto absolutorio vinieron de Estados Unidos. El presidente Bill Clinton declinó comentar la decisión de los diputados colombianos, pero advirtió que su Administración seguirá juzgando a Colombia en función de sus esfuerzos contra el narcotráfico. Mucho más explícito fue el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE UU, el ultraconservador Jesse Helms, quien, a través de un portavoz, consideró el fallo "un insulto al pueblo colombiano".

Concluye así el primer juicio a un presidente colombiano. Setenta y siete diputados intervinieron en el debate antes de decidir que no existe ningún indicio que manche al presidente de un hecho que ha sido reconocido hasta por su propio ministro de Exteriores, quien hace meses declaró que en la campaña Ernesto Samper presidente entró dinero del narcotráfico.