Una empresa de servicios deja en 'La Peineta' un 'agujero' de 117 millones

Las deudas ahogan La Peineta. La gestora del estadio de atletismo de la Comunidad recibió ayer un ingreso extraordinario de 225 millones de pesetas para no morir asfixiada. El Gobierno regional ha tenido que quitar de otras partidas para calmar a los acreedores que le han surgido en sus 20 meses de vida a la sociedad pública Ciudad Deportiva Comunidad de Madrid. La empresa privada que explotaba la cafetería y los espacios publicitarios del estadio, Nudeh, ha dejado sin pagar 119 millones de pesetas. Beteta confesó ayer en la Asamblea de Madrid que el agujero tiene una solución muy complicada.

"La deuda es de muy dudoso cobro", explicó Beteta a los diputados regionales. "Al tratarse de una sociedad limitada en quiebra, al final quien tendrá que pagar será la Administración que le adjudicó la concesión, en este caso la Comunidad", reconoció después a este periódico.Ignoraba ayer Beteta por qué durante los 11 meses de gobierno del PP no se había conseguido detener la sangría. "Depende de la Consejería de Educación", contestó. El consejero de Hacienda tan sólo añadió que los servicios de hostelería y publicidad del estadio tendrían que salir nuevamente a concurso público para adjudicarlos a otra empresa privada.

Beteta es partidario de disolver la sociedad anónima creada por los socialistas para gestionar La Peineta y encargar al Instituto Madrileño de Deportes que asuma esas funciones. De momento, ayer se resolvió en el Parlamento regional la insolvencia de la sociedad Ciudad Deportiva y se desvanecieron los apuros de sus dirigentes, que temían una "inminente suspensión de pagos" y la presentación de demandas de quiebra.

Deuda del Gregorio Marañón

La Comisión de Presupuestos aprobó los cambios de cuentas para salvar La Peineta y también para abonar 4.000 millones a las empresas farmacéuticas que proveen al hospital Gregorio Marañón, liquidando así un tercio de su deuda.Adolfo Piñedo, portavoz socialista, preguntó a Beteta por qué no había incluido este gasto hospitalario en los presupuestos que preparó en diciembre pasado. El consejero de Hacienda se defendió con un ataque: "Por la misma razón que tampoco lo hizo el año anterior quien era consejero socialista de Salud". El diputado regional Pedro Sabando, aludido por Beteta, alzó la vista, pero no la voz.

Resueltas las cuentas, el PP lanzó una cascada de reprobaciones al anterior Gobierno socialista por las irregularidades descubiertas por el Tribunal de Cuentas durante la fiscalización del año 1992. Los socialistas, a la defensiva, escribieron de urgencia una propuesta que reconocía la intachable conducta del anterior Ejecutivo. Pero el PP, con su mayoría absoluta en la Comisión de Presupuestos, reprobó 26 veces al Gobierno de Joaquín Leguina.