La 'ley Helms-Burton'
No lleva el Señor Aznar cien días en el timón del Estado y ya da bandazos de seguidismo en la agresiva política de Estados Unidos hacia Cuba. La reciente visita no oficial del vicepresidente norteamericano, Al Gore, se salda con una condena de Aznar a Cuba y un respaldo a la espeluznante ley Helms-Burton, que está previsto entre en vigor el 1 de agosto.Canadá e Inglaterra, con intereses de menor cuantía en la isla, pero con políticas más audaces e independientes, diseñan ya fórmulas proteccionistas para defender sus inversiones, y advierten a Estados Unidos ante cualquier tentación de obstruccionismo contrario a las leyes internacionales de libre comercio. Aznar se alía graciosamente a la metodología con que los americanos suelen exportar su ideal de democracia: la vía del estrangulamiento y el embargo. Nos unen con Cuba profundos lazos sentimentales e históricos; una tradición que parece despreciar, en contra incluso de destacados representantes de su propio partido, como Manuel Fraga, que ha condenado en repetidas oportunidades el bloqueo.
¿Será quizá que el nuevo presidente del Gobierno desea hacer méritos para ser invitado a la mesa de Clinton? Aznar acaba de suspender la ayuda oficial y los créditos blandos. Curiosa estrategia para quien dice pretender acabar con Castro sin dañar a los cubanos.
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