Igualdad de oportunidades

La tradición de España es el estanco, el privilegio, el monopolio, la subvención, el gremio, el colegio profesional, el cierre festivo, la reglamentación administrativa, el empleo fijo y el liberado sindical. Los independientes de toda laya éramos tolerados hasta que llegara el momento de ser abatidos sin compasión. Mas por fin un Gobierno amante de la libertad comienza a soltar algunas de las trabas que nos maniatan (déjenme decir "nos") a los creadores, inventores, competidores, trabajadores a todas horas y enemigos de lo administrativo, lo fijo y lo sindical.El Consejo de Ministros del 7 de junio ha tomado unas medidas de liberación que trazan la frontera entre la era socialista y la nueva época popular. Si éste es el talante del equipo encabezado por Aznar, cabe la esperanza de que nuestra sociedad comience a abandonar la cultura europea del bienestar y se abra a la cultura americana de la competencia tan criticada por los izquierdistas de salón.

El aspecto más simpático de las medidas de fomento del empleo y fiscales acordadas por los ministros es que nada tienen que ver con Maastricht ni sus criterios. Se trata de crear puestos de trabajo con la reducción de la carga impositiva soportada por empresas y empresarios; de liberar y desregular el suelo, las telecomunicaciones, la emergía y combustibles; de acabar con algunas de las muchas prácticas anti-competitivas típicas de la sociedad española, como son los abusos de los colegios profesionales y de las funerarias. Perdonaré que el Gobierno no se haya atrevido con los notarios y los farmacéuticos, porque me juran y perjuran que pronto introducirán la competencia también en esos gremios.

Sólo les diré que a partir de dos años de realizada una inversión mueble o inmueble el impuesto sobre la plusvalía realizada con su reventa es de un máximo del 20% en vez del 56% normal hasta ahora; que las sociedades pueden actualizar el valor de sus activos en balance por la cuantía de la inflación sin pagar impuesto y pagando un 3% sobre la revalorización real. Desaparece virtualmente el impuesto de sucesiones sobre las sociedades y la vivienda familiares; además, el Gobierno ha suprimido la categoría de suelo urbanizable no programado", con lo que se multiplica por tres la extensión de solares para construir viviendas. También toma medidas para abaratar y mejorar las telecomunicaciones con la creación de una segunda compañía telefónica, con la supresión del monopolio de la Telefónica fetén, con la instalación de un regulador de las telecomunicaciones, que espero muestre tanto entusiasmo como el ínclito "Mafo", el regulador de las eléctricas. Y por fin abre definitivamente a la competencia el gas, los gasóleos y pronto las gasolinas.

Los cicutas (entre ellos, yo) que nos lamentábamos de la inactividad de este Gobierno quedamos confundidos y corridos. Sólo falta iniciar la venta de empresas públicas para que se vea que esto va en serio: espero que a nadie se le ocurra pedir permiso a los sindicatos para privatizar, que no es asunto de ellos.