Los toreros reconocen que los toros eran flojos

Fundi, Miguel Rodríguez y Óscar Higares, los tres espadas que mataron ayer la penúltima corrida de la Feria de San Isidro coincidían en que a los toros de Victorino Martín (incluídos los dos devueltos a los corrales) se les castigó poco en la suerte de varas porque no lo necesitaban por su flojedad, excepto el tercero de la tarde.Miguel Rodríguez estaba muy enfadado una vez terminada la corrida porque el presidente había ordenado la devolución de su lote de victorinos. "Así uno se siente impotente, no puede hacer nada", se lamentaba. "Mi primer toro de Victorino era un toro importante, de triunfo grande. El toro no se ha caído, se ha resbalado un par de veces pero por las ganas de embestir que tenía. En el caballo se le ha pegado muy poquito aunque el toro se ha empleado".

El sobrero, de Carlos Nuñez, era "un mulo, con el que sólo he podido arrimarme y matarlo bien", afirmaba el torero.

El quinto victorino no era tan bueno como aquél, según Rodríguez. "Tenía menos calidad", aseguraba. "Lo he medido mucho en el caballo, no se le ha pegado prácticamente nada, pero el presidente me lo ha echado para atrás cuando todos sabemos que estos toros, como el sexto, se vienen arriba".

El sobrero, de Cortijoliva, tenía mucho peligro, dice el torero. "No sé cómo puede salir un toro así en Las Ventas, con ese peligro", se lamentaba. "Me ha medido todo el rato y yo creo que me he jugado la vida con él".

Fundi tampoco se mostraba satisfecho después del festejo. El primer toro de la tarde, "ni fu ni fa", dice el torero. "No tenía mucha clase, ni codicia. En el caballo se le ha pegado normal y el toro se ha dejado. En la muleta, unas veces ha embestido bien y otras, mal".

"Ni las cuerdas"

El cuarto era mejor toro. "Por el pitón izquierdo no iba mal y creo que le he dado buenos muletazos por ahí, pero le ha faltado algo más de casta para repetir las embestidas", afirmaba Fundi. "En la suerte de varas no se le ha podido picar nada, el picador no ha metido ni las cuerdas". Fundi aseguraba que los espectadores no han hecho mucho caso de la lidia. "El ambiente ha sido un poco raro", dice. "Yo notaba que lo que hacía no tenía eco arriba".En esto coincidía con Higares. "La gente no ha dado importancia a lo que hemos hecho los toreros", manifestaba. "No se por qué, la verdad". Su primer toro, tercero de la tarde, era muy complicado, asegura el torero. "Rebañaba mucho y se quedaba corto", afirmaba Higares. "Quizá debí darle un tercer puyazo porque en los otros dos, aunque el toro los tomó bien, tampoco se le castigó mucho".

El sexto no se prestó al lucimiento, asegura. "El toro casi no sangró en varas, tampoco empujó", dice. "He intentado torear con la mano izquierda desde el principio e intentado agradar, pero la gente no ha respondido".