IU e Iniciativa per Catalunya consensúan un modelo de Estado que admite la autodeterminación

Consenso y discrepancia. El grupo de trabajo sobre el modelo de Estado, presidido por Rafael Ribó (IC), y en el que actúa como secretario Jaime Pastor (IC), llegaron ayer a un texto consensuado, sobre un modelo que obligaría a modificar la Constitución. Derecho a la autodeterminación, pero IU-IC no defenderían la independencia de ninguna de las nacionalidades. Consenso en estos temas. Pero esa misma mañana, Julio Anguita y Ribó cada uno en una emisora, defendían posturas enfrentadas sobre otros puntos: los GAL y las medidas económicas, por ejemplo.

Ni todo es consenso ni todo discrepancia. Aún siguen saltando chispas entre Izquierda Unida e lniciativa per Catalunya cada vez que alguno de los temas más conflictivos se plantean entra ambas organizaciones. Pero en otros aspectos el consenso es posible. Ayer Rafel Ribó y Jaime Pastor defendieron codo con codo el borrador sobre el modelo de Estado federal que las dos fuerzas defienden. El documento ha sido elaborado por un grupo de trabajo en el que, además de Ribó y Pastor, han estado Diego López garrido, José Luis Núñez o Andoni Pérez de Ayala.El texto arranca del reconocimiento de la pluralidad del Estado. Y reconoce también la globalización de la sociedad actual. Con esos mimbres -y aparente contradicción- IU-IC plantea un modelo que obligará a cambios en la Constitución para eliminar los actuales límites de las nacionalidades. Y las propias peculiaridades españolas.

¿Y hasta dónde llegar? Todo tiene sus matices. El documento reconoce el derecho a la autodeterminación, pero una cosa es el reconocimiento del derecho y otra la defensa de la independencia. Jaime Pastor aclaró que en ningún caso ambas organizaciones defenderían esa posibilidad. El presidente de IC subrayó que el modelo de IU-IC se produce porque "el impulso autonómico ha quedado agotado y hay que entrar, para seguir avanzando, en la reforma constitucional.

La autodeterminación ha sido uno de los puntos de fricción entre ambas fuerzas. Y, al menos hasta ayer, nombrar la autodeterminación era "nombrar la bicha en la coalición Jaime Pastor explicaba que se trataba de "dejar el camino abierto. Pero nosotros no defendemos el independentismo, sino la federalidad".

Rafael Ribó, que intentó no entrar en asuntos en los que mantiene divergencias con la línea de la dirección de Izquierda Unida, señaló, no obstante, que la propuesta de IU-IC se produce justo cuando hay una alianza entre la derecha de Aznar y las derechas nacionalistas del PNV y de CiU. "No se puede caer en la trampa, como hizo el PSOE, de meternos en una guerra de nacionalidades. Hay que ir a debatir el núcleo duro de sus programas económicos".

Mensaje por la unidad

No quiso entrar, pero tampoco dejó de lanzar un mensaje de diálogo y colaboración entre, las izquierdas. "Ante el gran conglomerado de las derechas, hay que abrir el debate en las izquierdas, buscando elementos comunes de oposición". Como la ley Helms-Burton sobre las inversiones en Cuba. "Yo creo que ése es un buen camino".El diálogo de la izquierda, los GAL o la situación económica son aspectos en los que Rafel Ribó mantiene una postura que, al menos en lo personal, tiene poco que ver con lo que defiende Julio Anguita. Ayer ambos coincidían en el tiempo y en distintas emisoras. Ribó en RNE. Anguita en la SER. A los dos se les hizo la misma o parecida pregunta: ¿Servirá de algo una bajada de los tipos de interés? Anguita rotundo: "Cero. Porque la economía española es un cadáver. Y a los cadáveres, no les sirve de nada ninguna medida". Ribó, optimista: "Claro que vale. Eso anima a las empresas".

Pero no eran las únicas discrepancias. También hablaron de los GAL, de Maastricht, de los recortes presupuestarios. Anguita clamó por la justicia inflexible, por que el nuevo Gobierno mantenga lo que dijo sobre los GAL en la oposición, por la maldad de Maastricht que llevaba precisamente a recortes presupuestarios. Ribó pidió celeridad a los jueces en el caso GAL, pero animó a dedicar los esfuerzos a otras tareas. Para Ribó Maastricht es necesario. Y su problema es un poroblema de ritmos.

De los recortes presupuestarios, Ribó lanzó una advertencia: "Van a suponer pérdida de empleo. El recorte de 200.000 millones sobre 17 billones es mínimo, pero va a incidir espectacularmente en las inversiones".