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Haro, Muñoz Molina, Marías, Millás y Rivas rechazan la frontera entre periodismo y literatura

La dicotomía entre informar y escribir con estilo es falsa, según los autores

Andrés Fernández Rubio

"El periodismo es el espacio en el que la palabra literaria puede recobrar su intención de ser precisa y modesta, con una mirada fiel más que autocelebratoria", dijo ayer Antonio Muñoz Molina durante un debate celebrado en Madrid, con motivo de los 20 años de EL PAÍS, dedicado al periodismo literario. Muñoz Molina coincidió con Eduardo Haro TecgIen, Juan José Millás, Javier Marías y Manuel Rivas en que la dicotomía entre informar y escribir con estilo es falsa, y Haro TecgIen resumió la cuestión diciendo: "Lo que es literario es la vida".

El debate, organizado por la Escuela de Periodismo de EL PAÍS-UAM, abarrotó el salón de actos del antiguo Museo de Arte Contemporáneo, en Madrid, que acoge estos días la exposición dedicada a celebrar los 20 años de EL PAÍS.Los cinco participantes, colaboradores habituales del periódico, contaron aspectos sobre su aproximación al periodismo, que en el caso de Manuel Rivas nace de ver a su hermana leyendo el periódico a las vecinas, sobre todo los sucesos y las esquelas, y cómo éstas le pagaban luego con un plátano o con caramelos de la Vaca Vieja. Para Rivas, aquello era como si alguien estuviese leyendo cuentos, a veces curiosos, otras terribles. "Aún hoy tengo esa sensación de leer y escribir como si fuera un cuento", señaló, "lo que no quiere decir que no busque la meta de la objetividad".

Juan José Millás citó a uno de los grandes autores en los que parecen fundirse el periodismo y la literatura, Truman Capote, y el relato en el que Capote sigue a su asistenta, y cuenta lo que ve, por las casas que ella limpia en una lluviosa mañana de Nueva York. "Este texto podría pasar como un reportaje o como un cuento", dijo Millás, para quien "desde el momento en que uno se ve obligado a hacer una selección significativa está haciendo literatura". "Los historiales de un médico cuando ha tenido buen olfato son literatura, como es el caso de Freud", añadió.

Javier Marías introdujo en el debate una palabra en la que hubo acuerdo al relacionarla con el periodismo: la modestia. Criticó al tipo de articulistas que escriben con intención ornamental, como esperando que el coro les jalee cada frase con un ¡ele! o un ¡olé!, y afirmó que al día siguiente de un periódico "se sostiene todo aquello publicado sin el ánimo de hacer literatura".

"A veces ocurre que lo que no tenía un ánimo literario", prosiguió, "y estaba hecho con a modestia de quien escribe en un periódico -decir algo que pueda interesar a los lectores ese día-, se trate de artículos, reportajes o informaciones, resulta ser duradero".

Curiosidad y precisión

Muñoz Molina añadió dos palabras a la modestia preconizada por Marías para el periodismo: curiosidad y precisión. Muñoz Molina arremetió contra el periodismo de la "baja política" en el que la curiosidad parece haber desaparecido y en el que "es fatal la simbiosis entre el informador y el político: empobrece a los periódicos y los hace aburridos". El escritor estableció el momento en que es preciso salir corriendo con titulares parecidos a éste: "El sector guerrista de Andalucía oriental, en conflicto con el oficialista por las listas cerradas".Muñoz Molina señaló como uno de los valores periodísticos que nunca deben perderse de vista el hecho de que escribir en un periódico "es hacer artesanía". Puso luego el ejemplo de las páginas de ciencia como desafío literario, "porque el que hace la información tiene que ser muy preciso y muy claro".

Eduardo Haro Tecglen contestó a las opiniones de que el periodismo es efímero afirmando: "Tan efímero que Larra es lo que queda de todo el siglo XIX". Haro TecgIen no ve diferencia real entre periodismo y literatura, y puso como ejemplos, en la tradición española, a Galdós y sus Episodios Nacionales o a Valle-Inclán y su Ruedo ibérico. "Lo que es literario es la vida", señaló, "Ia cuestión es cómo se cuenta, y las noticias hay que escribirlas bien".

Haro TecgIen criticó la máxima de El libro de estilo de EL PAÍS que establece que los rumores no son noticia. "Todas las noticias son rumores", dijo. "La información en periodismo es una aproximación a la realidad. Para ello hay que utilizar un lenguaje, unas palabras. Eso es escribir".

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