"Hay muchas cosas que corregir", dice Pablo-Romero
El ganadero Jaime de Pablo-Romero manifestaba después de la corrida que áun le quedaba mucho trabajo que hacer en su ganadería. "Hay muchas cosas que corregir", afirmaba, "pero lo que me ha quedado muy claro es que con la ganadería que tengo puedo trabajar para intentar mejorarla. Con lo que no se puede trabajar es con el toro que se cae o el que no se mueve".Pablo-Romero reconocía los defectos de los toros lidiados. "Lógicamente, no puedo decir que estoy satisfecho de la corrida en general", manifestaba. "Los toros han manseado en exceso en el caballo. Pero, con todos los respetos a los profesionales que se han puesto delante, también es verdad que la corrida se ha lidiado muy mal. Ha habido un poco de pánico y realmente no sé por qué. La corrida era una de Pablo-Romero, sabíamos que no íbamos a ver una corrida tontorrona y facilona. Ha planteado problemas, es verdad, pero también había que resolverlos y probablemente yo pienso que las cuadrillas no creían que la corrida se iba a mover tanto como se ha ínovido".
Bravos y mansos
La función fue una auténtica corrida de toros, según Pablo-Romero. "¿Que han planteado dificultades? Por supuesto. ¿Que ha habido bravos y mansos? Desde luego. Eso es precisamente una corrida de toros y eso es lo que ha habido en la plaza", dice.El ganadero destacaba como aspectos positivos del comportamiento de los toros lidiados "la fuerza, la casta y la movilidad". Antes, se felicitaba por que los seis toros hubiesen pasado el reconocimiento y en la plaza no se haya devuelto ninguno.
El ganadero destacaba los e ejemplares lidiados en segundo, tercer y cuarto lugar. "Creo que a esos tres toros, con un poco más de decisión, se les podía haber cortado alguna oreja", afirma. "Además, la plaza estaba con los toreros, apoyándolos".
El que más le convenció fue el segundo, "por su nobleza". "El primero de Silveti", añade, "se podía, creo yo, haber aprovechado mejor pero el torero no se dio cuenta de que el toro tenía otra distancia, y la prueba es que cuando lo ha citado de lejos, el toro ha metido la cara. Cuando se ha puesto encima, el toro no le ha dejado estar, como normalmente ocurre con mi ganadería". El cuarto también tenía nobleza. "Un toro violento, muy difícil estar delante de él", dice, "pero cuando metía la cara lo hacía con nobleza
Por otra parte, Víctor Puerto, que el sábado sufrió una voltereta, ha de llevar un collarín durante una semana y no debe realizar esfuerzo alguno por prescripción médica, manifestó anoche el torero. Puerto, aunque siente dolores en espalda y cuello, no tiene rota ninguna vértebra cervical. Es el único torero de esta feria de San Isidro que, hasta ahora, ha salido dos tardes por la puerta grande.
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