Tocino hace del Plan Hidrológico y la reforestación sus prioridades ambientales

El Plan Hidrológico Nacional y la reforestación y cuidado de los bosques serán las máximas prioridades del nuevo Ministerio de Medio Ambiente, según anunció ayer en el Congreso de Diputados, en una larga y documentada comparecencia, Isabel Tocino. Tuvo que dar marcha atrás en las declaraciones de su toma de posesión y precisó que finalmente su departamento no contará con las competencias de seguridad nuclear -el Consejo de Seguridad Nuclear y Enresa se quedan en Industria-. Aclaró que la reforma de la Ley de Costas no supondrá en absoluto mermar la protección ambiental y anunció que declarará más parques nacionales, al contrario de lo que venía defendiendo el PP.

Tocino estuvo prolija, incluso apabullante, contestando a las interpelaciones y preguntas de los partidos políticos de la oposición. Sólo hubo tres asuntos a los que no hizo absolutamente ninguna referencia, a pesar de su importancia y las cuestiones planteadas por los diputados: las polémicas sobre los supuestos efectos perjudiciales del PVC (un plástico muy usado en envases) y sobre la presa navarra de Itoiz, y los incendios forestales -la tendencia es que sean las comunidades autónomas, ya que tienen las competencias transferidas, las que corran con el desgaste político del drama del fuego en los bosques cada verano-.La ministra desveló que ha peleado mucho por conseguir dos secretarias de Estado, una para agua y otra para medio ambiente; aunque, al final, se ha quedado con una, por la austeridad en la Administración impuesta por el presidente del Gobierno, José María Aznar. Sobre parques nacionales aseguró que se ampliará la red: "Se catalogarán como parques nacionales los mejores parques naturales, declarados por las comunidades autónomas". Pero aclaró que quiere menor presencia de la Administración central en la gestión de estos espacios, "para dar más cabida a la sociedad". Citó el caso de Picos de Europa, que está recurrido por los tres gobiernos autónomos que abarca. Sólo se comprometió a visitar con detenimiento la zona y a abrir un profundo debate, sobre el futuro de Picos. Un compromiso parecido adquirió con las Hoces del Cabriel -paraje natural protegido por Castilla-La Mancha, por cuyas cercanías pasa el actual proyecto de trazado de la autovía- Madrid-Valencia- Dijo que visitará la zona y se reunirá con José Bono, presidente de Castilla-La Mancha.

Sobre bosques señaló que la "Estrategia Nacional de Reforestación es una prioridad inaplazable". Propuso también redactar una Ley Forestal y crear por ley la Red de Bosques Primarios Españoles, "a modo de auténtico, catálogo que recoja, proteja y conserve lo mejor de los ecosistemas forestales".

Tocino quiere también la continuación -aunque reordenado- del Consejo Asesor de Medio Ambiente, que agrupa a las organizaciones ecologistas y que acabó prácticamente desmembrado en el último tramo del Gobierno socialista. Leyes que recibirán la atención en los primeros meses, y que el anterior equipo gubernamental no consiguió rematar, aunque dejó proyectos muy avanzados: la básica de Residuos, el decreto-ley de envases y la ley de contaminación atmosférica y ruido.

Sobre la ley de costas, insistió en que el cambio será de atribución de competencias con las comunidades autónomas y que no implicará en absoluto mayor desprotección ambiental. Incluso el portavoz de CiU reconocio que el primer planteamiento de reforma de la ley en la pasada legislatura no fue "afortunado".

Duelo con Narbona

Con todo, lo más interesante de las cuatro horas que duró la comparecencia de la ministra en la Comisión de Infraestructuras y Medio Ambiente fue el enfrentamiento -educado e inteligente- con Cristina Narbona, ex secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda y actual portavoz del PSOE para estos temas en el Congreso. Ambas hicieron gala de sus conocimientos; y Tocino dejó patente que en los 23 días que lleva en el cargo ha aprendido a hablar con propiedad de los temas de medio ambiente. Reprochó a su antecesora los muchos proyectos que había dejado inacabados y el excesivo intervencionismo. Y Narbona dejó caer la piedra de que el PP a menudo defiende más los intereses de particulares -como Ios propietarios de fincas en Cabañeros o los empresarios de la CEOE ante los envases- que el interés general.