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La Comisión Europea proyecta drásticas reducciones de capturas pesqueras hasta el año 2002

Xavier Vidal-Folch

La Comisión Europea pisó ayer el acelerador conservacionista en las capturas pesqueras. Aprobó, a propuesta de la comisaria Emma Bonino, el cuarto Programa de Orientación Plurianual pesquero (POP) que prevé para los próximos seis años (1997 a 2002) fuertes reducciones de capacidad. En algunas especies alcanzarán el 40%, aunque la pesca costera, la que genera más empleos, no se verá afectada. España saldrá relativamente bien librada, porque ha sido "alumna cumplidora". El reforzamiento de la estrategia de conservación de los caladeros es lo que anima al cuarto POP, "porque para garantizar el futuro del sector pesquero es preciso que haya peces y algunas especies están a punto de extinción", alertó ayer Bonino, presentando el plan. La vuelta a la tuerca es precisa porque en el tercer POP, que vence este año, la reducción media de capturas sólo está siendo del 8%, cuando el objetivo era del 20%.Pero la pretensión conservacionista se acompaña también de la consideración de los problemas sociales. Primero, porque la pesca costera -la más artesanal e intensiva en empleo- no sufre reduccion: parece que no es necesaria, dada la explotación menos intensiva. Segundo, porque algunos recortes son inferiores a los recomendados por los científicos, en atención a su eventualmente brutal impacto social: es el caso de la pesca del salmón, que el Comité Científico pretendía reducir a cero, porque corre el peligro de desaparecer, y para la que el recorte será al final sólo del 50%. Y tercero, porque la nueva reconversión se acompaña de medidas de acompañamiento social.

En efecto, el cuarto POP prevé 3.100 millones de ecus (cerca de medio billón de pesetas) hasta final de 1999 (desde esa fecha hay que renegociar el paquete presupuestario comunitario interanual), que financiarán, entre otras, las medidas sociales de acompañamiento: jubilaciones anticipadas voluntarias y primas especiales.

Los recortes propuestos por la Comisión, sobre los que debe decidir el Consejo de Ministros de Pesca, son: para las especies en peligro de agotamiento, hasta el 40% (demersales o de profundidad y algunas pelágicas; entre ellas, el fletán negro, el pez espada y el rape), recorte considerado "innegociable"; para las intermedias, entre el 20% y el 30; para los caladeros equilibrados, el 12%; y para las especies cuyas existencias aumentan, estabilización, dado que el progreso tecnológico de la flota provocará más capturas. Estos porcentajes no se aplicarán por un igual a todos los países: España, Portugal y Dinamarca, que han cumplido ya sobradamente los recortes del tercer POP, recortarán menos. Reino Unido, Holanda e Irlanda "deberán hacer mayores sacrificios", destacó Bonino.

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