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Grachov cierra filas con el presidente

Pilar Bonet

El ministro de Defensa de Rusia, Pável Grachov, cuyo puesto está en la cuerda floja, en opinión de los analistas militares, cerró ayer filas tras el presidente y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Borís Yeltsin. Hace varios días, el ministro se permitió unas declaraciones bastante expeditivas respecto a los independentistas chechenos, con cuyos representantes el líder ruso inició ayer unas conversaciones sin precedentes en el Kremlin.Durante una visita por el distrito militar de Siberia la semana pasada, el ministro dijo que la paz en Chechenia no reinará sin la "total destrucción de los pequeños grupos de bandidos" y activas acciones de reconocimiento. Un despacho difundido el sábado por la agencia Itar-Tass desde la ciudad siberiana de Kémerovo afirmaba que Grachov se había expresado así en un encuentro con esposas de oficiales en la guarnición de lurginsk. El ministro prometió. a sus interlocutoras que desde principios de agosto dejarán de enviarse a Chechenia contingentes militares de otros distritos, con excepción del Cáucaso, en cuya jurisdicción transcurre la guerra. Grachov había anunciado la formación de una brigada especial de tropas rusas en la misma Chechenia para agosto.

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Más comedido

Ayer, sin embargo, el ministro se manifestó más comedido ante la agencia Inter-fax, y preguntado por su postura ante las conversaciones de Moscú dijo que "el Ministerio de Defensa no tiene ni puede tener en ningún problema una posición diferente de la posición del comandante en jefe, que es el presidente de Rusia". El ministro acusó a "ciertas fuerzas políticas" de intentar jugar "la carta militar" en vísperas de elecciones. Estas fuerzas, según dijo, intentan hacer creer que existen unos "generales halcones que están contra las conversaciones del jefe del Estado con los líderes chechenos".El Ejército estaba preparado para empezar a retirar las tropas de la república independentista, señaló Grachov, quien dijo estar seguro de que las conversaciones del Kremlin permitirán dar un importante paso para regular pacíficamente la crisis chechena. "Estoy seguro de que la autoridad y la voluntad política del presidente harán posible esta tarea. El Ejército apoya la iniciativa del presidente de la Federación Rusa y comandante en jefe, como todos los ciudadanos de Rusia", sentenció.

Durante la ausencia de Grachov de Moscú, Yeltsin se reunió con el general Borís Grómov, el hombre que dirigió la retirada del 40o Ejército soviético de Afganistán. Grómov es uno de los representantes de Yeltsin en la campaña electoral y figura como el candidato favorito para sustituir a Grachov. El general y el presidente debatieron oficialmente en una atmósfera "muy cálida y amistosa" sobre los viajes de agitación electoral que el primero realizará en el marco de la campaña del segundo y también temas relativos al desarrollo de las Fuerzas Armadas.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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