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Yeltsin sella con Yandarbíev un alto el fuego en Chechenia y la liberación de los prisioneros

Pilar Bonet

El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y el líder independentista checheno, Zelimján Yandarbíev, avalaron ayer en una cumbre sin precedentes en el Kremlin un esperanzador acuerdo para poner fin a la guerra en Chechenia el próximo 1 de junio. El acuerdo concluido, cuyos detalles concretos fueron comenzados a elaborar anoche por, expertos de ambas partes negociadoras, prevé, según las fuentes oficiales rusas, el cese de las acciones bélicas desde las cero horas de esa primera jornada de junio y la puesta en libertad de todos los prisioneros en el plazo de 15 días.

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Al pie del documento estamparon sus firmas el jefe del Gobierno ruso, Víktor Chernomirdin, y Yandarbíev. El acto tuvo lugar en presencia de representantes de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y supuso la culminación del vertiginoso periplo que Yandarbíev y un grupo de cuatro allegados comenzaron ayer en el aeropuerto de la república de Ingushetia (vecina a Chechenia). Desde allí y rodeada de un enorme dispositivo de agentes de la escolta de Yeltsin y combatientes independentistas, la delegación chechena se trasladó a Moscú a bordo del avión del general Ruslán Aushev, el presidente de Ingushetia, que actuó como garante de la seguridad de los viajeros."Esta es una oportunidad para un acuerdo pacífico", manifestó antes de partir hacia la capital de Rusia, Yandarbíev, el sucesor de Dzhojar Dudáiev, un escritor de 43 años, que en época soviética fue corrector de pruebas y tipógrafo. Yandarbíev iba tocado con una papaja (un gorro de astracán de forma cilíndrica típico del Cáucaso) y, para la ocasión, se había puesto camisa y corbata debajo de su chaqueta moteada. Una vez aterrizado el avión en el aeropuerto de autoridades Vnúkovo-2, a las 16.30 horas de Moscú, la comitiva, sin un respiro, fue trasladada al Kremlin. No habían transcurrido todavía cuatro horas desde el aterrizaje, cuando los dirigentes rusos anunciaban que ya había acuerdo y abrían, por fin, sus puertas a las cámaras de televisión. Las cámaras filmaron así un acontecimiento que, de hacer se realidad sobre el terreno, podría marcar el fin de la guerra que se inició en diciembre de 1994, cuando las tropas federales rusas entraron en la secesionista república caucásica.

Yeltsin calificó la fecha de "histórica" y aseguró: "Hemos resuelto el problema central de la paz en Chechenia". Un acuerdo o apariencia de acuerdo antes de las elecciones del 16 de junio es vital para potenciar la figura del presidente: ruso, que, según las encuestas, está todavía por debajo de la popularidad de su principal contrincante, el comunista Guennadi Ziugánov.

El documento final firmado ayer fue propuesto por Yeltsin, pero durante la cumbre se hicieron correcciones, según los medios de comunicación rusos. Expertos de ambas partes debían continuar anoche y también hoy las negociaciones con el fin de elaborar medidas concretas.

El jefe de las tropas rusas en Chechenia, Viacheslav Tijomírov, ordenó el domingo un alto el fuego de tres días de duración, lo que, si todo funciona como aseguran los portavoces oficiales rusos, supondría que unas hostilidades que han causado decenas de miles de muertos habrían cesado ya a partir del domingo pasado. Tijomírov ordenó el cese de todas las acciones militares y operaciones especiales, incluidos los vuelos de la aviación militar, según un comunicado difundido por el centro de prensa ruso. El comunicado salía al paso de las informaciones del ministro de Información de Chechenia, MavIadi Udúgov, según el cual las conversaciones podían echarse a perder debido a la actividad de las tropas rusas.

La cuestión del estatuto

Los observadores políticos, que se mostraban divididos sobre el futuro del acuerdo, se preguntaban ayer qué puede dar el Kremlin a los chechenos. El secretario de Prensa del presidente Yeltsin, Serguéi Medvédev, aseguró que el tema del estatuto de Chechenia no se había debatido ayer y no había sido mencionado por ninguna de las partes. Yandarbíev había dicho, según Medvedev, que la delegación chechena no perseguía ningún fin particular y solo pretendía la paz.Por su parte, Serguéi Shajrai, que dirige la comisión adjunta a la presidencia de Rusia para la delimitación de competencias con los territorios rusos, manifestó que tenía ya listo el acuerdo para transferir un conjunto de competencias especiales a la república chechena, pero no dio detalles del proyecto. El 31 de marzo, cuando presentó su plan de paz, Yeltsin dijo que estaba dispuesto a contemplar un amplio grado de autonomía para Chechenia, pero no la independencia.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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