Los evangelistas reclaman las cocheras del metro en la calle de Bravo Murillo
Javier Ledesma, diputado socialista, reclamó ayer en la Asamblea de Madrid al consejero de Presidencia, Jesús Pedroche, que les sean devueltos a los evangelistas los terrenos del colegio El Porvenir incautados tras la guerra civil, en 1939. Se trata de 3.000 metros cuadrados unidos durante años como cocheras del metro y situados en una de las zonas inmobiliarias más revalorizadas de Madrid, en la calle de Bravo Murillo, a mitad de camino entre Cuatro Caminos y Ríos Rosas.
Ledesma, consejero de Presidencia con Joaquín Leguina, apoyó su petición en el acuerdo alcanzado recientemente entre "el Partido Popular y el PNV para devolverles el patrimonio incautado tras la guerra civil". Los evangelistas tienen, a su juicio, el mismo derecho que partidos políticos y organizaciones sindicales. Sería, según el, una consecuencia lógica del convenio marco suscrito en octubre pasado entre la comunidad autónoma y el Consejo Evangélico de Madrid.El Consejo Evangélico de Madrid mantiene colindantes con esos terrenos otros 3.000 metros cuadrados sobre los que se asienta el colegio El Porvenir. El centro, que cumplirá el año próximo un siglo, fue el primer colegio mixto de España y consiguió salvarse gracias a la mediación de la Embajada alemana, país de origen de su fundador, el médico Federico Fliedner.
La expropiación no fue la única amenaza sufrida por el centro. Durante la guerra civil, El Porvenir consiguió sobrevivir gracias a la mediación de Indalecio Prieto, formado en un colegio protestante, según recordaba ayer tarde Pedro Tarquis, secretario ejecutivo del Consejo Evangélico de Madrid. Actualmente, el 80% de los niños escolarizados no procede de familias protestantes y mantiene especial atención hacia colectivos en riesgo de exclusión social, como niños africanos y refugiados del este de Europa.
Los avatares -"ningún arquitecto español quiso construirlo por tratarse de un centro protestante", recuerda Tarquis- se suceden desde su origen hasta el incendio sufrido en octubre de 1995, cuyos daños han llevado ahora a Ledesma a preguntar a Pedroche sobre las actuaciones previstas para cooperar con las confesiones religiosas.
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