Desarticulada en EEUU una red de contrabando de armas de China
La policía norteamericana desarticuló ayer en Estados Unidos una red de importación ilegal de armas de combate chinas fabricadas en empresas controladas por el Gobierno de Pekín. Entre los siete detenidos parecen encontrarse, según fuentes periodísticas, al menos dos representantes en California de compañías estatales chinas, lo que podría llevar a un nuevo conflicto político entre Washington y Pekín.
"Se trata de un asunto muy serio", dijo ayer la viceministra de Justicia, Jamie Gorelick, al anunciar el éxito de 18 meses de investigaciones que concluyeron con la desarticulación de una organización clandestina que había introducido en territorio norteamericano alrededor de 2.000 fusiles automáticos AK-47. Esas armas tienen en el mercado ilegal estadounidense un precie, aproximado de cuatro millones de dólares (500 millones de pesetas).Gorefick dijo que se trata de la mayor operación de venta clandestina de armas extranjeras descubierta en la historia de EE UU, país cuyas leyes prohíben la importación de armas de guerra a particulares.
El diario The New York Times, que anticipó ayer la información, añadió que el Departamento de Justicia tiene también pruebas de que la misma red había introducido en EE UU armamento mucho más poderoso que los AK-47, como misiles antiaéreos y explosivos.
Según el mismo periódico, la desarticulación de la banda, que tenía su base en el área de San Francisco, fue posible tras la investigación de las actividades de dos compañías chinas que fabrican armamento para el Ejército de aquel país y están bajo control del Gobierno chino, China Northern Industrial Corporation, conocida corno Norinco, y Polytech. Ambas empresas tienen su sede en Pekín.
Investigación abierta
Fuentes no oficiales dijeron que dos representantes de esas compañías han sido detenidos dentro de la redada hecha por la policía el pasado miércoles. Esto no fue confirmado por la viceministra de Justicia, quien advirtió que la investigación continúa todavía y que podrían producirse nuevas detenciones.La representante del Departamento de Justicia declinó contestar a una pregunta sobre si esta investigación podría conducir a la imposición de sanciones contra China. El Gobierno norteamericano anunció ya sanciones comerciales contra China por valor de 3.000 millones de dólares por la copia ilegal de productos estadounidenses por parte de empresas públicas chinas.
Este nuevo incidente podría agravar la actual tensión diplomática entre Washington y Pekín, y hará más difícil la labor del presidente Bill Clinton de convencer al Congreso de que renueve a China el status de nación más favorecida. Clinton dijo esta semana que tenía intención de pedir la renovación, pero la decisión final le corresponde al Congreso, donde un influyente grupo de parlamentarios republicanos pide una política más enérgica hacia China.
Las empresas chinas investigadas ahora estaban conectadas también con la presunta venta de material nuclear en algunos países del Tercer Mundo.
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