Anguita anuncia a Aznar que la confrontación "está servida" por su política económica
La confrontación está servida a causa de la política económica anunciada por el nuevo Gobierno. Este es el mensaje contundente que el líder de Izquierda Unida (IU), Julio Anguita, transmitió ayer al jefe del Ejecutivo, José María Aznar, en la primera reunión que ambos líderes celebran en La Moncloa. La entrevista duró hora y media, con un paseo incluido por los jardines del complejo. Anguita entregó a Aznar un documento de siete folios en el que le pide la celebración de sendos referendos, uno sobre el Tratado de Maastricht y otro sobre la OTAN.
Según confesó Anguita al término de la reunión, el tema principal de la conversación fue la construcción europea. El líder de IU transmitió a Aznar su conocida tesis de que el cumplimiento de los objetivos de Maastricht entra en contradicción con el Estado de bienestar. En ese contexto, anunció que la confrontación con el nuevo Gobierno "está servida" por la política económica que lleva aparejada.No obstante, Anguita suavizó los términos de la confrontación por la buena sintonía personal que mantienen ambos políticos. El dirigente de IU no ahorró halagos a la capacidad de diálogo del presidente del Gobierno, así como a la rápida invitación que le cursó para entrevistarse en La Moncloa, a los pocos días de su investidura. "La confrontación está servida en la política económica, pero no es lo mismo una confrontación en torno a lo concreto cuando hay una posibilidad de diálogo o entendimiento, que una confrontación en aspectos de política económica y social sin que haya esa posibilidad".
Aznar se limitó a hojear el texto que le entregó Anguita, pero le prometió una rápida respuesta. Las posibilidades de acuerdo en política económica y social son imposibles. Anguita propone la paralización inmediata de la política de privatizaciones, la paulatina derogación de la reforma del mercado laboral y el abordaje de una política de reparto del trabajo, elementos que van en contra directamente de la política económica anunciada por el Gobierno del PP.
No obstante, Anguita ya se adelantó ayer al señalar que la política económica del Gobierno apunta hacia la continuidad por el seguimiento de los criterios de convergencia con Maastricht, lo que comporta una política de recortes. El líder de IU es tajante en su pronunciamiento contrario a tal política Y, en un terreno más concreto, en su oposición a los plazos para la moneda única.
Como conclusión, Anguita planteó a Aznar un referéndum sobre la revisión del Tratado de la Unión Europea, que puede enmarcarse en un plan de referendos simultáneos y vinculantes con los demás países de la Unión Europea. Le planteó también un segundo referéndum sobre la Seguridad Europea y la OTAN. Argumentó esta segunda consulta en el supuesto de que se alteren las bases del acuerdo de permanencia de España en la OTAN, establecidas en el referéndum de 1986.
Anguita apuesta, en el texto que entregó a Aznar y posteriormente a los periodistas, por el establecimiento de "una identidad europea de seguridad y defensa a partir de un sustancial desarrollo y comunitarización de la política exterior y de seguridad común contemplada en el Tratado de la Unión Europea en lugar de apoyar un reforzamiento funcional o geográfico de la OTAN".
Aznar y Anguita abordaron también en su conversación la necesidad de la transparencia. y regeneración de la vida política. El líder de IU anunció profundas diferencias con Aznar en este capítulo y como botón de muestra está la actitud del Gobierno hacia los papeles del Cesid. Solicitó al presidente del Gobierno la modificación de la legislación sobre secretos oficiales que permita a la Justicia el acceso a los mismos.
Junto a esta cuestión de actualidad, Anguita enuncia en el texto entregado a Aznar un paquete de medidas como la reforma del sistema electoral para implantar uno estrictamente proporcional, la creación de comisiones de investigación a petición de los grupos parlamentarios, una ley de funcionamiento y financiación de los partidos, una legislación que haga imposible el transfugismo, la reforma de la Ley de incompatibilidades y una oficina presupuestaria en el Congreso.
En cuanto a la política territorial, la apuesta de Anguita es clara a favor del Estado federal. No le faltó un serio reproche a Jordi Pujol. "Yo pienso en la unidad de España,_pero el 99% de los nacionalistas no son federalistas, incluido Jordi Pujol".
Tras esta cita, Aznar y su esposa, Ana Botella, almorzaron en La Moncloa con Leopoldo Calvo Sotelo, ex presidente del Gobierno, y su esposa, Pilar Ibáñez.
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