_
_
_
_

La patología extrema de la queja es el terrorismo, según Pascal Bruckner

Contra la queja: primero Robert Hugues, luego Pascal Bruckner -un veterano partidario del desorden. Anagrama publica en castellano La tentación de la inocencia, aparecido en Francia el año pasado y Premio Médicis de Ensayo, un examen valiente, plural, de las consecuencias del victimismo -es decir, de la victimización como sistema- en la política, en la sociedad y en la cultura, desarrollada a partir de una tesis fuerte: ser una víctima no implica siempre tener razón.¿El terrorismo es él delirio supremo de la cultura de la víctima? Bruckner no duda: "Es, efectivamente, su patología extrema. El terrorista ni ve ni oye. Su autolegitimación es completa. Y no reconoce como ficción, por ejemplo y en el caso vasco, su creencia de que las diferencias entre el Estado español democrático y el franquismo son nulas. Sentirse víctima le basta para concluir que un Estado es igual que otro y que hay que combatirlos, y para sentirse el depositario de la justicia vasca' . Más allá de reconocerles a todos ellos un cierto nivel de puerilidad, Bruckner cree necesario distinguir entre nacionalismos. Uno, que responde al grito: "La patria está en peligro"; y otro que es, simplemente "la negación del otro". Dado que vislumbra en todos ellos un proceder retórico, considera que es importante examinar los grados de su intensidad expresiva: "Ahora", explica, "Ia Saboya reclama su independencia ante Francia. En fin... Pero los grupos que la reclaman acusan a Francia de prácticar el genocidio. Y eso es terrible. Decía Camus que nombrar mal a las cosas contribuye a la desgracia del mundo".

Hay en La tentación de la inocencia un capítulo especialmente ejemplar que analiza los paisajes mediáticos y que observa cómo en un paisaje plagado de dolor -el dolor que cada día muestran los noticiarios- el dolor acaba desapareciendo. A juicio de su autor, la televisión es el espacio preferente para la práctica de lo que llama "la pornografía del dolor: esa imagen que sólo dice estoy ahí., que es incapaz de movilizar a nadie, que no tiene más función que la de decir estoy ahí".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_