Los tapices y cartones de Goya se enfrentan en una exposición
El Palacio Real reconstruye los primeros trabajos como cartonista
Los 25 tapices realizados sobre cartones de Francisco de Goya, que forman parte de la exposición Tapices y cartones de Goya, han salido de los almacenes del Patrimonio Nacional para volver a mostrar los colores de un "artista genial". En la sala Génova, del Palacio Real de Madrid, se enseñan también siete cartones, procedentes del Museo del Prado, un boceto y documentación sobre el Goya cartonista con Carlos III y Carlos IV.
La exposición fue inaugurada ayer por los Reyes y el presidente de Portugal, dentro del programa de los actos conmemorativos del 250º aniversario del nacimiento de Goya. La muestra, organizada por el Patrimonio Nacional y patrocinada por la Fundación Tabacalera, estará abierta al público en el Palacio Real (Bailén, s/n) hasta finales de julio y se podrá visitar con reserva anticipada (teléfono 902 30 19 96). Según la presidenta de la sociedad estatal Goya 96, Margarita Sáenz de la Calzada, la exposición mezcla el rigor científico y la divulgación de los tapices goyescos en su técnica y decoración de palacios.El Patrimonio Nacional tiene "la colección de tapices más importante del mundo", según afirmó ayer su presidente, Manuel Gómez de Pablos, a partir de obras realizadas por Rembrandt, Rubens o Goya. Un total de 108 fueron realizados sobre cartones de Goya, con sus primeros trabajos en 1775 hasta que fue nombrado pintor de cámara en 1789.
Decoración
"Es la primera vez que se puede comparar los tapices con los ejemplares pictóricos", declaró ayer Concepción Herrero- comisaria científica de la muestra, cuyo montaje, realizado por el arquitecto Jesús Anaya, provoca esas diferencias junto con el destino decorativo de los palacios. En vitrinas se puede seguir, a través de documentos originales o copias, los trabajos de Goya y la historia de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara -situada cerca de la actual plaza de Alonso Martínez-, creada en 1720 por Felipe V para realizar la decoración de los palacios y monasterios reales. Hasta su demolición, en 1882, participaron en su gestión arquitectos y pintores de cámara como Sabatini, Mengs y Bayeu. Entre los documentos expuestos hay muestras de estambres y sedas tintadas en azules y amarillos, la lista de empleados y jornales de la Real Fábrica de Tapices, planos del edificio y del palacio de El Pardo y una copia del testamento del pintor.En el contraste entre los cartones y los tapices, los expertos observan la fidelidad del paso de los bocetos al dibujo a carboncillo para realizar el tapiz. Goya introduce luminosidad y colores, que exigían difíciles tintes amarillos, azules y carmesíes. "No hay un Goya pintor y otro cartonista. No aporta motivos especiales o composiciones distintas, pero está presente su genialidad, su inventiva cómo pintor al mirar las escenas festivas o los juegos infantiles", declaró ayer Concepción Herrero.
En la muestra figuran los lugares donde estuvieron colocados los tapices que decoraban los palacios, sobre todo de El Pardo y El Escorial, lugares de descanso de los monarcas. Según Herrero, los motivos de decoración de los tapices eran los adecuados a los lugares, como la caza en los lugares "de jornada". "El tapiz se vincula al lujo, como en las estancias cortesanas medievales se preferían contra el frío. En el XVI y XVII tenían una finalidad propagandística para los monarcas y en el XVIII dejan de ser alegóricos, se da un cambio de gusto y se prefieren las escenas alegres".
El montaje juega con las escalas de los palacios reales, con un nuevo pavimento de madera y un eje principal sobre el que se sitúa los distintos planos de los tapices y sus modelos. Los espacios dependen del tamaño de las piezas, para observar obras como La cometa, El pelele, La feria de Madrid, El quitasol, El columpio, Las lavanderas, La novillada o La gallina ciega; en otros momentos se intercalan espejos o retratos de los reyes Carlos IV y María Luisa de Parma, pintados por Mengs y Goya. En otro ámbito se reconstruye a escala real el dormitorio de los príncipes en el palacio de El Pardo.
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