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España obtuvo 46.000 millones de pesetas 'extras' de Bruselas en un pacto agrícola secreto

Xavier Vidal-Folch

España obtuvo 46.560 millones de pesetas extraordinarios del presupuesto agrícola comunitario, en una negociación secreta sobre los cultivos herbáceos concluida el pasado noviembre entre el comisario Franz FischIer y el entonces ministro de Agricultura, Luis Atienza. El presupuesto que heredó de éste la nueva titular, Loyola de Palacio, exhibe una disponibilidad de gasto de mayo a diciembre

El pacto Fischler-Atienza ha permanecido hasta ahora secreto en sus cifras, porque estaba pendiente su base, jurídica, una reforma del reglamento de cultivos herbáceos. El acuerdo político estableció una exención por razón de sequía y el cambio de cómputo del máximo de. superficie sembrable. De no haber sido así, a España le hubiera correspondido una penalización de 291 millones de ecus, 46.560 millones de pesetas, que se hubieran deducido de las ayudas del FEOGA a los agricultores. Esta cantidad representa una sexta parte de los 300.000 millones recibidos en ayudas agrícolas.Ocurria que España había sembrado una superficie excesiva. Superó su techo de regadío en un 28,65%. Debía haber reducido las ayudas recibidas en igual porcentaje, además de sufrir un barbecho adicional obligatorio durante un año, de igual cantidad de superficie que la excedida. En total, 206,2 millones de ecus. También se superó el techo en los cultivos de secano. La pérdida de ayudas debía ascender a 84,8 millones de ecus.

Pero el ministerio alegó la sequía y la necesidad de cambiar el cómputo, de manera que aunque una comunidad superase su techo, este exceso no se castigase si quedaba absorbido por el margen global nacional: así, todas podrían aprovechar el margen que les sobrase a las demás, y nadie quedaría penalizado por su exceso. La Comisión accedió. Se salvaron las subvenciones y se evitó el barbecho. La operación supuso un ingreso extraordinario -o se hubiera efectuado de no mediar el compromiso- de 46.560 millones.

Loyola de Palacio, en su primer Consejo de Agricultura, dijo ayer no poseer la cuantificación del pactó de noviembre. Y se mostró más prudente que en su aterrizaje al hablar sobre el presupuesto heredado. "Hay un equipo haciendo el análisis", dijo.

Las cifras elaboradas por la Oficina Presupuestaria del ministerio en el documento Nota sobre el margen de maniobra del Presupuesto 1996 dibujan una situación optimista: la parte del león del presupuesto piara este año no sólo no exhibe déficit sino que está disponible para gastar en los próximos ocho meses. Así se registra en los dos capítulos principales: inversiones reales y transferencias de capital. A final de abril, cuando se realizó el traspaso de poderes, el crédito disponible para inversiones reales ascendía a 36.838,1 millones, mientras que el comprometido era de 7.829. Para transferencias de capital la disponibilidad ascendía a 73.353 millones, mientras los compromisos afectaban a 3.681,1 millones. En suma, los recursos disponibles de ambos capítulos sumaban 110. 192,1 millones, y los comprometidos, 11.510, un 10% de la anterior cantidad.

Preguntada por estos datos, De Palacio reconoció que "si hay esa disponibilidad, no hay agujero", aunque insistió en "los sustos" que le produjeron los compromisos "no consignados" sobre los intereses de las ayudas a la sequía (16.000 millones) e industrias agrotransformadoras arrastrados desde 1989 (10.000 millones). Y expresó su temor a que las partidas disponibles estén "archicomprometidas". Pero no tanto que no admitan un recorte. Éste afectará en "unos 9.000 millones" a su departamento. Y si son recortables, es que están disponibles.

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