La verdad de la copla
Para los aficionados de siempre a la copla, Marifé de Triana tiene el prestigio de ser la más auténtica, la superviviente -artísticamente- de una generación que dio nombres gloriosos con los que se codeó en plano de igualdad.Lo es. Comenzó a cantar Vendedora de coplas, al minuto ya la sala la estaba gritando a una sola voz ¡olé! Es la magia de una personalidad como la de Marifé de Triana, que está en el secreto de un género verdaderamente difícil. Ella se pasa quizá un pelín en los temas de mayor desgarro melodramático -La loba, por ejemplo-, pero convence y conmueve.
El arte de Marifé de Triana es genuino, de la mejor ley en el género. Un género que no parece estar en un gran momento de creación, pues sus joyas maestras siguen siendo títulos clásicos verdaderamente inolvidables: Tengo miedo, La bien pagá, María de la O. Todos los hizo con genio y maestría. "Me llevaré estos aplausos siempre en mi corazón, porque es la última vez que canto en Madrid. Este año me retiro".
Marifé de Triana
Con grupo orquestal dirigido por Salvador de Alba. Centro Cultural de la Villa. Madrid, 17 de mayo.