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Para no volverse loco

António Lobo Antunes abandonó hace 10 años la psiquiatría para dedicarse sólo a la escritura. Sin embargo, una vez a la semana pasa por el hospital para no volverse loco. "Escribir es un trabajo esquizofrénico. Ser médico es mucho más serio", dice convencido. "Me gustaba el olor y el baile de las salas de cirugía. En el hospital había un sentido de utilidad inmediata que no se tiene cuando se escribe, que es un acto solitario".Eligió la psiquiatría porque le gustaba y por tradición familiar. "Entonces, la medicina tenía una enorme carga cultural; ahora se han convertido en ingenieros médicos. Es más importante la enfermedad que los enfermos", asegura convencido de que el inmenso poder que tienen los médicos "es una cosa horripilante".

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"Escribir es la única oportunidad que tengo de ser como un dios"

Ejercer durante años no le ha ayudado a escribir, pero le ha servido para darse cuenta de que "todos los psiquiatras están locos". Niega también que la psiquiatría le haya facilitado el descenso al alma de sus personajes.

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