Escritores, dibujantes y filósofos rinden homenaje a la red pública de enseñanza

El calendario ha querido que coincidieran los diez años de existencia del Centro de Profesores (CEP) de Getafe con la llegada del PP al Gobierno. La nueva ministra de Educación y Cultura Esperanza Aguirre, apenas si ha necesitado unas horas para proclamar su afección por la red de enseñanza privada, y el nuevo Gabinete ha anunciado recortes presupuestarios que pueden afectar a la aplicación de la reforma educativa de la LOGSE.Los docentes adscritos al CEP de Getafe han hecho de los actos de conmemoración de su primera década de existencia un auténtico manifiesto en defensa de la escuela pública, así como de los propios CEP. A los actos asistieron profesores, escritores y ensayistas. Entre otros, Andrés Sopeña (autor de El florido pensil), el dibujante Forges, la pedagoda Marta Mata y el periodista Miguel de la Cuadra Salcedo. Todos ellos coincidieron en resaltar que la escuela pública es, más que una reivindicación, "una necesidad" que ha transformado la realidad social española en los últimos diez años.

Balbina Cortijo, directora del CEP de Getafe, está convencida de que en buena medida las críticas a la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) obedecen "a que una parte de los docentes no ha asumido los planteamientos de la reforma; no ha sabido o no ha querido asuimir nuevos retos educativos que les exige la LOGSE".

"Tradicionalmente los profesores estaban acostumbrados a trabajar en solitario, en su aula, y no en equipo", interviene la profesora Paloma Arroyo, "este cambio de papel no le gusta a todo el mundo y si, además, tiene que asumir una nueva concepción de la institución escolar, muchos docentes se sienten inseguros, como si per dieran poder. Los CEP han contribuido en buena medida a facilitar un cambio de actitud del profesorado, y no somos, ni mucho menos, los comisarios de la LOGSE como alguien ha querido ver. Somos profesores convencidos de que la escuela es algo dinámico, cambiante".

"No me imagino que a este nuevo Gobierno se le ocurra adoptar medidas involucionistas, y no lo creo porque seria estúpido. Los profesores volveríamos a salir a la calle; aunque algunos se quejen, nadie quiere volver quince años atrás", apostilla Inmaculada Córdoba, quien no oculta cierto optimismo ante una situación política que en su opinión Podría hacer que despertara una población docente amodorrada. "Se han hecho cosas en quince años que resultan irrenunciables", interviene Paloma Arroyo, "puedo medirlo porque llevo muchos años trabajando. Los CEP garantizan apoyo a los profesores, son una conquista del profesorado, nos ha costado. Por eso no se me ocurre pensar que alguien sea tan ciego como para eliminarlos".

Manipulación

"Si volviésemos atrás, si el nuevo Gobierno decidiera potenciar la red privada de centros, paralizar la implantación de la ESO y dejar a los chavales de escuelas rurales en sus pueblos con las aulas unitarias; se me ocurre que quizá la escuela pública salga ganando porque desmasificarían los centros públicos animando a la gente a matricular a sus hijos en la red privada; solucionarían el problema de la ratio profesor/ alumno. Lo único que me fastidia es que lo hagan con dinero público".Quien así se expresa, con una buena dosis de sarcasmo, es Isidro Moreno, profesor en el CEP de Getafe, un convencido de que "con toda la crítica que se quiera", la calidad de la enseñanza en España nunca ha sido mejor que la actual. "Hay deficiencias, claro, faltan recursos; pero existen los instrumentos pedagógicos necesarios para que exista una educación de calidad".

"Hay mucha mentira y confusión cuando se defiende el modelo de escuela privada", interviene de nuevo Paloma Arroyo, "la escuela privada no es un único modelo; hay centros extraordinarios pero en ningún caso generalizables al resto. En la red privada la desigualdad en materia de calidad de su enseñaza y recursos es mucho mayor que en la red pública. No se habla de esto pero es real. Un centro de élite dispone de muchos recursos para llevar a cabo una enseñanza también de élite, pero la mayoría de ellos son bastante mediocres, son aparcamientos de niños donde nadie controla la actividad que realizan por muchas subvenciones que tengan. No pueden competir en este sentido con los recursos de la red pública y su control".

"Es un tópico afirmar que enseñanza privada es sinónimo de calidad; dependerá del nivel económico de aquellos que sostienen el centro", sentencian al unísono estos docentes.