Otra escuela en huelga para evitar a un niño violento en Gran Bretaña
Primero Nottingham y más tarde Tynpside: en menos de un mes dos escuelas estatales inglesas van a la huelga para no readmitir a alumnos violentos. Mientras el departamento de Educación digiere como puede nuevos informes sobre el descenso en la calidad de la enseñanza, los profesores se enfrentan a la lucha de mantener la disciplina en clase, a su juicio con muy pocas armas. En vista del deterioro de la situación, una escuela cristiana de West Yorkshire ha desempolvado los azotes de castigo.Graham Cram, un alumno de 12 años de la escuela secundaria de Hebbum, en Tyneside Sur, encontró ayer bloqueado el camino a clase por un miembro del sindicato nacional de Directores de Escuela y de Mujeres Profesoras. Los padres de Cram, suspendido por 10 meses en julio pasado cuando supuestamente golpeó a un profesor que investigaba un incidente entre el propio Cram y otro compañero, han recurrido la decisión y están dispuestos a ir al Tribunal Supremo.
Una vez cumplido el plazo de suspensión escolar, los profesores se negaron a aceptar al pequeño Cram, pero un comité independiente obligó a la escuela a readmirle. En la secundaria de Hebbum, Graham era conocido por su conducta agresiva contra los compañeros más pequeños.
Aislar a los violentos
El equipo profesoral llegó a un acuerdo con las autoridades locales. Graham Cram recibiría las lecciones, aislado del resto de los alumnos, directamente de la directora del centro, Madeleine Watson, del subdirector y un tercer maestro venido de fuera. Sin embargo, ni los padres de Graham ni él mismo parecieron conformes. "Son los años más importantes de su vida", explicó su padre, Peter Cram, de 39 años. Mientras, su madre, Irene, de 38, reclamaba comprensión parla su hijo, "un chico nada problemático". El propio niño confesó desolado que echaba de menos a sus compañeros. La escuela recibió un ultimatum: Graham debía incorporarse como cualquier alumno ayer lunes.Como en el caso de Richard Wilding, estudiante de 13 años de un escuela estatal en Nottingham, los profesores de Hebbum optaron por él último recurso: la amenaza de huelga. La situación en la escuela era ayer tensa. Nigel de Gruchy, secretario general del sindicato de profesores, lo dejó muy claro ayer: "Si nos obligan a aceptarlo, iremos inmediatamente a la huelga. Estamos decididos a no tenerlo en clase a cualquier precio".
Los sindicatos se quejan de pérdida de disciplina, lo que se ha traducido en un aumento espectacular de los incidentes violentos. Las escuelas estatales, donde estudia más del 90% de la población, son las más afectadas. Aun así, una escuela privada en West Yorkshire ha anunciado que a partir del próximo curso volverá a implantar los castigos corporales, ilegalizados en el Reino Unido en 1986.
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