La economía de la UE descendió en el primer trimestre de 1996, según la Comisión
Europa vuelve a afrontar la recesión. La Unión ha registrado un crecimiento económico negativo durante el primer trimestre de 1996. Así lo reconoce, aunque tácitamente, el informe económico de primavera de la Comisión Europea, que será presentado mañana por el comisario de Asuntos Monetarios, Yves-Thibault de Silguy. El deterioro del ritmo de crecimiento ha expulsado a Alemania de la lista de cumplidores del techo de déficit público aprobado en Maastricht (el 3%), puesto de honor que, sin embargo, ha alcanzado Dinamarca. Las previsiones del año pasado se incumplen: sólo tres países, y no siete como se preveía, cumplen hoy el requisito presupuestario para acceder a la moneda única.
El panorama diseñado por los expertos de la Comisión es mucho más sombrío del que los redactores del informe se han atrevido a trasladar al papel, según el informe al que ha tenido acceso este periódico. "Durante el primer trimestre hemos registrado un crecimiento negativo", han certificado a este diario técnicos de la Comisión. No han pronunciado, sin embargo, la palabra recesión", porque se entiende que, en puridad, ésta solamente se consagra técnicamente tras dos trimestres consecutivos de caída bajo cero del PIB.El texto que se presentará mañana formalmente contiene pues una autocensura sobre los datos promedio del primer trimestre de 1996, que en principio no se harán públicos. Hay que reconstruir la certeza del crecimiento negativo tanto por las confidencias de los altos funcionarios como por la conjunción de prudentes aproximaciones que supuran del informe. Y por el deliberado agujero con que se explican los primeros tres meses del año: el análisis de Bruselas salta desde el final de 1995 hasta el segundo semestre de este año como en un paso de ballet.
"Las tasas de crecimiento, entre el 3,5% al 4% del Producto Interior Bruto registradas en el año 1994 descendieron en torno al 2% en el segundo y tercer trimestre de 1995 y culminaron en un virtual estancamiento en el último trimestre", indica el texto. Y planea, a continuación, desde el año pasado al próximo semestre: "las expectativas se centran en un viraje de la actividad económica en la segunda mitad del año" [1996], añade.
Esta evolución ha repercutido en "adversos desarrollos del mercado de trabajo" y es "probable que el desempleo siga afectando a más de 18 millones de europeos" a final de este año, sentencia el texto.
Este menor ritmo de crecimiento económico ha repercutido en una mejoría muy escasa, inferior a la deseada, en la reducción de los déficit públicos. Pero no sólo eso. El informe lamenta que "muchos Estados miembros, pese a las relativamente buenas condiciones económicas reinantes en 1994 y en la primera parte de 1995, no hayan realizado progresos sustanciales en sus problemas presupuestarios, en la línea de las recomendaciones del año pasado".Y aunque la media del déficit público de los Quince ha pasado del 5,5% al 5% del PIB, lo peor es que sólo tres países cumplen ya el umbral del 3% consignado en el Tratado de Maastricht. "Sólo esos tres países -Dinamarca, Irlanda y Luxemburgo- cumplirán el objetivo de déficit este año, contra la previsión de siete realizada hace un año".Entre esos tres países ya no figura Alemania, la locomotora de la Unión Europea. A cambio, Dinamarca (con un 1,4%), ha accedido al pelotón de los cumplidores, acompañada de Luxemburgo (superávit del 0,3%) e Irlanda (déficit del 2,4%), países en los que el saldo presupuestario ha empeorado, aunque no demasiado: políticamente es un fiasco, dado su escaso peso político. Peor aún, dos países normalmente sanos y ejemplares, han estropeado sus cuentas: Alemania ha pasado del 2,5% al 3,6% y Holanda, del 3,2% al 3 , 4/(0. En el caso de Alemania, "el cambio de tendencia ha sido en parte debido a la aparición de una inesperada debilidad".Estos empeoramientos encuentran frágil compensación en las modestas mejoras de Grecia, Italia, Suecia, Bélgica, Francia, Reino Unido y España. Para España, calcula un déficit del 6,1% en 1995, superior en tres décimas al 5,8% previsto por el anterior Gobierno. Sin embargo, este último dato es el que sigue los criterios contables que se utilizarán para el cumplimiento de los criterios de convergencia, por lo que no corre peligro el EL PAÍS fondo de cohesión.
Si el déficit global apenas mejoró, la deuda "continuó empeorándose en nueve Estados miembros durante 1995". Y, en suma, "un crecimiento económico más lento del esperado como promedio para 1996" convertirá "en más difícil la reducción del déficit" este año. Por esa razón, la Comisión es partidaria de acelerar las reformas estructurales. Como el optimismo es lo último que se pierde, los técnicos de Bruselas auguran "una recuperación de la actividad en la segunda mitad de 1996 y en 1997".
[Para España, el Consejo Superior de Cámaras de Comercio estima un crecimiento económico del 2,3% en 1996].
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