Artistas españoles muestran sus alegorías de la muerte
La visión de los artistas españoles de este siglo sobre el tema de la muerte y la fugacidad de la existencia humana es la propuesta del crítico de arte Fernando Huici a través de la exposición Postrimerías. Alegorías de la muerte en el arte español contemporáneo. La muestra se inaugura hoy en las salas de la Fundación Cultural Mapfre Vida, de Madrid (avenida del General Perón, 40), y estará abierta hasta el 30 de junio."La muestra intenta demostrar la pervivencia del tema de la muerte en los artistas españoles, que se manifiestan en lenguajes distintos y en las corrientes artísticas, desde el informalismo a la abstracción", declaró ayer el comisario, Fernando Huici, quien ha investigado en los últimos tres años las representaciones de vanitas hasta seleccionar 60 piezas, entre pinturas y esculturas, de 30 artistas. Las obras proceden de museos y colecciones públicas y privadas
Entre los artistas de la exposición figuran: Picasso, Dalí, Gutiérrez Solana, Palencia, Mallo, Renau, Lekuona, Cossío, Brossa, Tàpies, Bores, Fernández, Barjola, Aguayo, Ferrant, Arroyo, De Vera, Saura, Barceló, García Sevilla, Plensa, Franco, Equipo Crónica, Campano y Pazos, en un montaje que rompe el sentido cronológico para resaltar las diferentes visiones.
La España negra, de Gutiérrez Solana, inicia el recorrido de la exposición, que termina en un gran lienzo con calavera de Ferrán García Sevilla. "El tema de la meditación sobre la muerte me había interesado desde sus manifestaciones en el barroco, pero salvo algún estudio parcial no se había analizado en el arte contemporáneo", declara Huici.
Sorpresas
Añade que el rastreo por la obra de los artistas pone de relieve la importancia que tiene en el arte de Solana, pero también en las preocupaciones de Dalí, uno de los mejor representados en el montaje con siete piezas, y Picasso -que en su producción tiene 35 obras con este tema entre 1907 y 1958-, así como en representantes de la Escuela de París, como Cossío y Bores, con naturalezas muertas donde manzanas y fruteros semejan cráneos.También señala algunas sorpresas, como la presencia de la muerte en la obra de Tápies de los años ochenta y noventa, y en la de Antonio Saura, que además de los sudarios tiene varias series de vanitas; en la muestra figuran seis obras de 1994, propiedad del autor. "Ya es un estereotipo identificar lo español con la muerte, sobre todo a partir de los viajeros románticos, pero el tema se extiende a artistas muy diversos, como Cézanne, Braque o Warhol".
Según el comisario, el montaje no ilustra un tema literario, sino que reúne la distinta iconografía de la muerte y la inmortalidad a través del arte contemporáneo, con las aportaciones de artistas situados en las principales corrientes del siglo, desde el informalismo al surrealismo.
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