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EDUARDO SERRA REXACH / Defensa | AZNAR, PRESIDENTE DEL GOBIERNO

Un independiente aceptado por todos

Eduardo Serra es el único político que ha ocupado cargos de máxima responsabilidad con los tres partidos que han gobernado la España democrática: UCD, PSOE y PP. Lo que él siempre consideró un handicap, la falta de carné de partido, se ha convertido en su mejor baza.Tuvo su primer puesto importante en 1977, cuando el ministro de Industria, Alberto Oliart, le nombró jefe de su gabinete. Después de tres años como secretario general del INI, Oliart le llamó al Ministerio de Defensa, donde se convirtió, en febrero de 1982, en el primer subsecretario civil del departamento. Tras la victoria del PSOE, Narcís Serra -con quien no tiene relación de parentesco- le pidió que continuase tres meses, pero la sintonía entre ambos fue tan grande que se quedó casi cinco años. En febrero de 1984 ascendió a secretario de Estado de Defensa.

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Un político atemperado

"No soy socialista ni por el forro", dijo entonces, "pero España necesita una pasada de modernización y yo estoy del lado de los que quieren dar el salto". Fue el artífice de los grandes programas de modernización de las Fuerzas Armadas, como la compra de los F-18. Dejó la Administración en julio de 1987, según dijo porque su trabajo se le hacía rutinario, aprovechando una oferta del general Gutiérrez Mellado para incorporarse a la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, cuya presidenta de honor es la Reina.

Su actividad privada se hizo incesante: presidente de Telettra española en 1988; vicepresidente primero (1989) y presidente después (1991) de la constructora Cubiertas y Mzov; y presidente de Peugeot-Talbot España (1993). Finalmente, en noviembre de 1994, fue nombrado presidente del consorcio Airtel, que se adjudicó el concurso del segundo operador de telefonía móvil. Madrileño, de 49 años, divorciado con un hijo, licenciado en Derecho y abogado del Estado, a quienes. le conocen no extrañó que, aunque sus ingresos se verán sustancialmente reducidos, aceptara la oferta de Aznar. "Si ser ministro supone hacer cosas, yo no diría que, no a una labor pública", declaró hace un año.

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