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El Senado norteamericano pone más fácil el asilo político y mas difícil la inmigración

Antonio Caño

El Senado norteamericano alcanzó ayer un acuerdo sobre una nueva ley de inmigración que mantiene condiciones generosas para la concesión de asilo político, pero endurece los términos de contrato de trabajadores extranjeros. Además de la construcción de un muro en la frontera con México y del refuerzo policial para combatir la inmigración ilegal, los detractores de esta legislación advirtieron que se han creado las bases para la futura imposición en Estados Unidos de un carné de identidad, algo que es considerado en este país como una grave agresión contra el derecho a la intimidad.

Después de fuertes debates y por estrechos márgenes de votación el Senado aprobó, entre otros los siguientes ingredientes de la nueva ley de inmigración:- Aceptar el derecho de asilo político para las personas que lleguen a Estados Unidos con documentación falsa o sin documentos de ningún tipo. Un grupo de congresistas republicanos proponía que esos inmigrantes fueran devueltos por decisión exclusiva del funcionario que les atendiese en la frontera. La ley obliga a que sean presentados ante un juez.

- Imponer un sistema nacional de verificación de la identidad de los inmigrantes contratados por empresarios norteamericanos -como la expedición de certificados de nacimiento- para que las autoridades puedan en todo momento comprobar que no se trata de inmigrantes ilegales. Sólo se establecen, sin embargo, multas simbólicas para los patronos que contraten trabajadores ilegales.

- Aumentar al doble el número de policías fronterizos, que actualmente es de 5.000.

- Incrementar las penas para los portadores de documentos falsos y para los miembros de organizaciones dedicadas al comercio ilegal de mano de obra.

- Negar la mayor parte de beneficios públicos a los inmigrantes ilegales y sus familiares. Este aspecto está todavía sujeto a discusiones con la Cámara de Representantes y con la Casa Blanca, así como a apelaciones judiciales, pero el propósito del Senado es que sólo se preste asistencia médica en casos de emergencia.

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- Construir un triple muro de unos 20 kilómetros de largo en lo que se considera la parte más transitada de la frontera con México.

El Senado aprobó el conjunto de esta legislación anoche con 97 votos a favor y tres en contra. Puesto que algunos de los apartados acordados son diferentes a la ley que aprobó la Cámara de Representantes el pasado 21 de marzo, la nueva legislación tiene que ser negociada ahora en una conferencia conjunta de las dos cámaras. La Casa Blanca no tiene, en principio, objeciones importantes a esta ley, a menos que se endurezcan en exceso las medidas contra la prestación de beneficios sociales a los inmigrantes ilegales.

El presidente Bill Clinton se opone también a poner un límite preciso al número de irimigrantes legales que son admitidos en Estados Unidos. Pero esa medida, que era favorecida por varios congresistas republicanos, fue eliminada de la ley cuando ésta fue discutida por la Cámara de Representantes.

El mantenimiento de condiciones generosas para la concesión de asilo político ha sido el debate más dífícil de los últimos días. El senador republicano Alan Simpson presentó una enmienda para que nadie pudiera entrar en EE UU aduciendo persecución. política a menos que hubiera obtenido antes en su país de origen los reglamentarios documentos de emigración.

Simpson argumentó que el asilo político es utilizado por decenas de miles de personas cada año para conseguir ilegalmente permiso de residencia. El senador demócrata Edward Kennedy defendió que ese riesgo se elimina si las autoridades retienen los documentos de los solicitantes de asilo hasta que un juez dicte sentencia sobre sus casos. La enmienda presentada por Simpson fue finalmente rechazada por sólo 51 votos contra 49. "Ésta es una tremenda victoria para una nación orgullosa de su tradición de rescatar a los perseguidos políticos", opinó Angela Kelley, presidenta del Foro Nacional de Inmigración.

Nuevas reglas

Nuevas reglas para el control de la inmigración ilegal harán, sin embargo, mucho más duro la obtención de permisos para trabajar en este país. Según la ley del Senado, el Servicio de Naturalización e Inmigración, una agencia oficial, deberá de presentar al Congreso varias fórmulas para el control de la identidad de los inmigrantes, y los congresistas decidirán cuál de ellas se utiliza. Esa medida requerirá la creación de un banco nacional de datos sobre inmigrantes que, según algunos senadores críticos, resultará enormemente costoso y conducirá a la expedición de carnés de identidad. El senador republicano Spencer Abraham se quejó de que ese programa de identificación, cuya elaboración durará entre tres y seis anos, supone "una intolerable invasión de la vida privada".

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