Un radical palestino apuñala a un colono judío en Hebrón
Un radical palestino apuñaló ayer a un colono judío de 72 años en el mercado de Hebrón, poco antes de que en la Kneset (Parlamento israelí) se celebrara un acalorado debate en el que la oposición de derechas exigió al Gobierno del laborista Simón Peres que no retire sus tropas de la única gran ciudad de Cisjordania que no ha sido aún transferida a la Autoridad Nacional Palestina de Yasir Arafat.El colono Rabí Nissim Gudai, que vive en el cercano asentamiento de Kiryat Arba, resultó gravemente herido, y el agresor huyó antes de que llegaran al mercado de Hebrón los servicios de seguridad israelíes, que detuvieron a varios palestinos. Un grupo de airados colonos destrozó varios puestos de verduras en protesta por el ataque.
A juzgar por el número de asistentes al debate de la Kneset, la evacuación de Hebrón por parte del Tsahal (Ejército israelí) no apasionaba ayer a los diputados. Ni siquiera a la oposición, que había solicitado la convocatoria de la sesión. La mayor parte de los escaños estaban vacíos. También se había anunciado la celebración de una gran manifestación ante el Parlamento, pero apenas se concentraron dos centenares de personas ante su sede.
El líder del Likud, Benjamín Netanyahu, dedicó casi toda su intervención en la Cámara a criticar la visita del primer ministro a Estados Unidos. "La descarada explotación de Peres de su visita a Washington con fines electorales", dijo. El diputado Moshe Katzav, presidente del grupo parlamentario del Likud, acusó al Gobierno de Peres de haber perdido "toda su sensibilidad, nacional y judía" al aprobar la evacuación de Hebrón. "La ciudad de nuestros antepasados, donde están enterrados los patriarcas Abrahán, Isaac y Jacob, es considerada por el Gobierno como una ciudad árabe. ¡Qué deshonra!", se lamentó Katzav.
En ausencia del primer ministro, que ayer se encontraba en París, de regreso de su viaje a Washington, el ministro del Interior, Haim Ramon, puso de relieve las contradicciones del Likud, que, por un lado, dice que respetará los acuerdos de Oslo (entre israelíes y palestinos) sí gobierna, y, por otro, los califica como "un cáncer en el cuerpo de Israel". "Evacuaremos Hebrón porque este Gobierno hace honor a sus acuerdos y, sobre todo, porque no desea seguir dominando a otro pueblo: 120.000 palestinos viven en Hebrón y la presencia de menos de 500 judíos en un barrio de la ciudad no cambia para nada esta realidad", advirtió el ministro del Interior.
