La policía dice que detuvo a 156 polacos para acabar con un "mercadillo ilegal"
La masiva detención de polacos el domingo en Alcorcón -156 arrestados, 15 por presunta compra de objetos robados y el resto, por estancia Ilegal- tuvo como fin desmantelar un "mercadillo ambulante donde se vendían objetos de supuesta procedencia ilegal". Así lo explicó ayer la policía, para quien la redada, la mayor en la historia de la inmigración en Madrid, careció de motivos xenófobos o racistas. SOS Racismo, por su parte, volvió a criticar la operación, a la que considera indiscriminada e ilegal.
Los 15 acusados por receptación pasaron ayer a disposición judicial. Contra el resto, excepto 18 casos, se abrió expediente de expulsión, aunque no se les internó a todos.La solidaridad de los vecinos de Alcorcón (144.850 habitantes) no se hizo esperar. Ayer se recibieron en el Ayuntamiento varias llamadas en las que se pedía información para tratar de contactar con los polacos. No pudieron recibir mucha información del consistorio, ya que en el municipio no existen asociaciones de inmigrantes polacos.
La Jefatura Superior de Policía de Madrid facilitó en una extensa nota su versión de los hechos ocurridos la mañana del domingo en el aparcamiento de la estación de cercanías de Alcorcón (véase EL PAÍS de ayer), donde estaban reunidos, como ya era habitual en los últimos dos meses, unos 400 polacos. La policía afirmó que las primeras investigaciones, llevadas a cabo por la Brigada de Documentación, se iniciaron a instancia de varios ciudadanos que denunciaron al mercadillo. Este, según la policía, estaba organizado y reservado "en exclusiva" a ciudadanos polacos.
La nota sigue: "Los organizadores Ilevaban un rígido control de las personas que a él accedían. Además montaban una serie de puntos de observación en lugares estratégicos. No obstante, los investigadores consiguieron filmar y fotografiar el trapicheo que allí se realizaba. El mercado, que carecía de licencia municipal, lo componían unos 40 coches y furgonetas, cuyos conductores y, ocupantes tenían organizado -un correo entre Polonia y España. Todo tipo de mercancías eran sacadas o introducidas en nuestro país por este sistema. También parece que se dedicaban a traer inmigrantes ilegales".
Esta descripción es diametralmento opuesta a la ofrecida por los inmigrantes polacos, quienes recordaron que se reunían desde hacía dos meses en el aparcamiento de Alcorcón para compartir experiencias e intercambiar productos típicos del país. En estas reuniones, a tenor de los inmigrantes, algunos aprovechaban para contactar con aquellos que volvían a Polonia para enviar dinero o paquetes a sus familiares.
"Nos golpearon"
"También había quien quería volver al país y contactaba con los que salían ese mismo día para irse con ellos", dijeron a este periódico varios polacos, quienes se quejaron del mal trato recibido en comisaría. "Nos golpearon y no pudimos ni llamar por teléfono", llegó a decir un inmigrante, tras su puesta en libertad.La policía reaccionó ayer ante esta acusación: "Se rechaza de plano. El único incidente lo promovió uno de los detenidos, que estaba bajo los efectos de las bebidas alcohólicas. Cuando se recuperó, pidió disculpas". Asimismo, los agentes insistieron en que durante la detención se cumplieron todos los requisitos legales.
El resultado de la redada, además de los 300 identificados y 156 detenidos, fue el siguiente: dos coches sustraídos, con las documentaciones matrículas y números de bastidor y motor alterados, 19 herramientas industriales, 13 televisores, vídeos y máquinas de escribir, 24 discos compactos y 36 artículos diversos, "como calzado, ropa y crema".
Por último, la policía recordó que durante los últimos años "se viene detectando en la Comunidad de Madrid la actuación de grupos organizados delincuentes de nacionalidad polaca".
A la nota de la policía se enfrentó ayer la de SOS Racismo, que condenó la decisión institucional de detener en masa a los inmigrantes polacos. "Éste es un claro ejemplo de cómo la Ley de Extranjería propicia la criminalización de los inmigrantes. El habitual acoso policial al que éstos se ven permanentemente sometidos ha superado sus límites con esta redada indiscriminada que transmite a la sociedad la imagen de que los inmigrantes son delincuentes. La aplicación de la ley implica presunción de inocencia, derecho que los inmigrantes, obviamente, no tienen", señaló la organización no gubernamental.
Para SOS Racismo, la redada vulneró el artículo cuarto del Reglamento de la Ley de Extranjería, que permite a los extranjeros reunirse libremente, en aplicación del artículo 21 de la Constitución. "Cualquier delito debe ser investigado para detener al presunto delincuente, pero no a todos aqueños que tengan su nacionalidad", añadió la organización.
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