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140 polacos, detenidos en Alcorcón en la mayor redada de inmigrantes

Un total de 143 inmigrantes polacos fueron detenidos, según fuentes policiales, el domingo por la mañana cuando estaban con otros 250 compatriotas durante una de sus reuniones habituales en un aparcamiento de Alcorcón (147.000 habitantes). La masiva redada, la mayor en la historia de la inmigración en Madrid y en la que intervinieron más de 20 agentes e incluso perros antidroga, se efectuó por la supuesta 'implicación de los arrestados en la compraventa de objetos robados y en aplicación de la Ley de Extranjería, a tenor de las citadas fuentes. Algunos inmigrantes puestos en libertad manifestaron ayer a este periódico su queja por el trato recibido y negaron las imputaciones.SOS Racismo ha calificado la redada de "racismo institucional indiscriminado''. "No se puede perseguir el delito en masa, sino en concreto y una vez conocido e investigado. Detener por nacionalidad, vincular iniriígración y delincuencia, es contrario a derechos civiles y humanos", señaló SOS Racismo.

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Reuniones entre compatriotas

La Jefatura Superior de Policía insistió en que durante la redada se requisaron electrodomésticos, coches y aparatos electrónicos robados.

"Nos golpearon y no pudimos ni llamar por teléfono", dicen los inmigrantes detenidos

La policía, por sorpresa, rodeó con furgonetas y coches patrulla el lugar. Salieron los perros antidroga, que se lanzaron hacia los vehículos aparcados. Los agentes, entretanto, rodearon a la multitud. En la redada participaban dos grupos de la Brigada Provincial de Documentación de Madrid."Formaron un cordón y nos dijeron: 'Los que tengan papeles que salgan por allí; los que no, que pasen por la fila de los agentes'. El pasillo conducía hasta las furgonetas de la policía", señalaron varios polacos que prefirieron guardar el anonimato. Los detenidos, que no mostraron resistencia, fueron trasladados en furgones a diferentes dependencias policiales.

Los inmigrantes que fueron liberados se quejaron del trato recibido. "Nos golpearon y no nos dejaron ni llamar por teléfono. Sólo nos dieron un colacao y cuatro galletas pequeñas, rectangulares, a las once de la noche, después de que se desmayara uno de los nuestros. Nos trataron como terroristas. Creo que la policía en España ve mucha televisión de guerra y películas como Tango y Cash o Rambo", se quejó un polaco.

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Los inmigrantés también protestaron porque algunos detenidos fueron puestos en libertad de madrugada a pesar de no conocer la ciudad ni saber bien adónde dirigirse. Según los inmigrantes, no tuvieron ni siquiera intérprete. "Es una pena. España es un país bonito y con gente buena. Ahora tenemos miedo y no creo que volvamos a reunimos. Era una cosa buena para nosotros y no molestábamos a nadie. Los úItimos que se iban limpiaban los restos que pudieran quedar", dijo uno de los detenidos.

"La policía no puede decirnos nada porque en España podemos estar tres meses como turistas. El problema viene cuando en la aduana española no te sellan el pasaporte a la entrada. Entonces te llevan a la Brigada de Documentación y te quieren expulsar. Ni siquiera les vale el sello de la policía alemana, que es la frontera exterior de la Unión Europea", manifestó otro inmigrante.

El aparcamiento, permanecía ayer vacío. Sólo un par de furgonetas extranjeras y algunas latas de cerveza y vasos de plástico recordaban el paso de los polacos por el lugar.

Entre los vecinos había comentarios sobre la detención, aunque ninguno sabía exactamente lo que ocurrió el domingo a las once de la mañana.

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