Gonzalo Suárez recrea el mito de Jekyll y Hyde
'Mi nombre es Sombra', filme basado en el relato de Stevenson, se estrena hoy
A vueltas de nuevo con los mitos, el director de cine Gonzalo Suárez recrea de manera muy personal el del doctor Jekyll y Mr. Hyde en su nueva película, Mi nombre es Sombra, que se estrena hoy en Madrid. "Me gustaría dejar todavía más libre mi imaginación, pero esa perversión es mal acogida en general", confesó ayer el director de cine sobre la revisión que hace del mito creado por Robert Louis Stevenson. El filme, con una impactante presencia de la naturaleza, está protagonizado por el francés François-Eric Gendron, el belga Jean Claude Adelin y Amparo Larrañaga.
"Para agarrarme a algo", contestó ayer Gonzalo Suárez cuando le preguntaron el porqué de su casi obsesiva dedicación a los mitos y a su personalísima recreación (Remando al viento, Don Juan en los infiernos). Y se lamentó: "Pero me gustaría dejar todavía más libre la imaginación, aunque sé que esa perversión es mal acogida en general. En el cine me sobran todas las referencias y me gustaría estar descondicionado".Mi nombre es Sombra está basado en el relato del propio Gonzalo Suárez El asesino triste (editado por Alfaguara), libremente inspirado en El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde, de R. L. Stevenson. El filme narra cómo el doctor Beiral (el doctor Jekyll), desgarrado por la lucha interna entre su personaje social y los oscuros instintos que le atormentan, consigue dar vida al ser monstruoso que durante largo tiempo ha reprimido en sí mismo. Suárez ha realizado una versión cinematográfica del relato de Stevenson muy diferente a todas las que se han hecho, en la que no faltan el amor y los celos. El cineasta asturiano ha utilizado a dos actores para encarnar a Jekyll (el doctor Beiral) y a Hyde (el señor Sombra) y por primera vez el doctor tiene celos de sí mismo, cuando el otro seduce a su mujer; también, por primera vez, Flyde sobrevive a Jekyll.
"Me abruman un poco todos los porqués", dijo Gonzalo Suárez cuando se le requirió por el porqué de todos estos cambios. "Soy yo el que menos porqués puede responder. Quiero usar la pantalla como una gran vela impulsada por el viento de la imaginación. Mi nombre es Sombra tiene un carácter poético, emocional, por encima de planteamientos racionalistas", añadió Suárez. Sin embargo, el director y escritor sí explicó que con la utilización de dos actores de físico similar, en lugar de uno, ha pretendido "evitar esa parafernalia de la transformación a la que tiene que someterse el protagonista que me resultaba enojoso
Tampoco en el filme queda fijada la barrera entre el bien y el mal -"son sólo oleaje del mismo mar"-, puesto que el doctor Beilar es fundamentalmente un "hipócrita cuya única finalidad estratégica es la de dar curso a sus ocultos instintos sin ser reconocido
Esta nueva aproximación un mito le llegó al director por azar. Ayer contó que en la década de los setenta, sentado en la sala de recepción de un importante productor francés, no sabía cómo decirle que no quería hacer la película que sobre el libro L'amour fou le había ofrecido. De pronto, pensó proponerle una versión del doctor Jekyll y Mr. Hyde, lo que el productor rechazó. Años más tarde, pensando que ya nunca iba a hacer una película sobre ese mito, escribió el relato El asesino triste para liberarse de él de alguna manera. Pero el destino, "que es siempre irónico", le hizo toparse un día en la calle con François-Eric Gendron y poco después en una playa de Almería con Jean-Claude Adelin. De ese azar surgió el filme.
Y cuando Suárez consiga emanciparse de Mi nombre es Sombra -"estoy ya harto de ella"-, es posible que estudie la proposición del productor Andrés Vicente Gómez de llevar al cine la última novela de Arturo Pérez-Reverte, La piel del tambor.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.