El supercohete europeo Ariane 5 supera el primer ensayo general de lanzamiento

A paso de tortuga, una gigantesca plataforma sobre raíles, tirada por un camión, salió de un gran hangar y recorrió unos pocos centenares de metros por la sabana costera de la Guyana Francesa. Un foso, unos parapetos y cuatro altísimos pararrayos aguardaban la preciosa carga, el primer ejemplar del nuevo cohete europeo Ariane 5, que se lanzará por fin entre el 25 y el 28 de mayo. Empezaba el ensayo general del primer lanzamiento del cohete, el mayor programa espacial europeo con un coste de casi 900.000 millones de pesetas.

La primera salida del cohete el pasado miércoles, todavía sin su carga de satélites, desde el hangar donde se monta, fue seguida con expectación por centenares de técnicos y trabajadores del Centro Espacial Guyanés que participan en la campaña 501, que en este caso no es un vaquero sino el primer Ariane 5. En la gran planicie entre las islas de la Salud y la selva tropical que cubre la mayor parte del territorio guyanés, el cohete parecía vulnerable, pero alrededor se adivinaban grandes medidas de seguridad. Radares, cercas electrificadas, medidas estrictas de identificación y la vigilancia por aire, mar y tierra del Ejército y la gendarmería francesas han garantizado por ahora la seguridad estas inversiones. Igual de exigente es la seguridad interna, en unas instalaciones que, aunque diseminadas, están llenas de sustancias pirotécnicas, altamente inflamables o tóxicas que ya han causado un accidente mortal.El pasado jueves se probaron todas las comunicaciones eléctricas entre el centro de control y el cohete y entre éste y los centros de seguimiento alrededor de la Tierra y se hizo un ensayo completo de la cuenta atrás. Cuando todo esté verificado el tractor trasladará de nuevo el cohete para montarle los satélites y finalmente, alrededor del 25 de mayo, éste volverá al lugar de lanzamiento para el gran día, con casi un año de retraso sobre lo previsto.

Un prototipo

Julio Monreal, un ingeniero español que es director adjunto de operaciones de esta campaña, no se muestra inquieto por los retrasos: "Estamos hablando de un prototipo, en el que se cambia todo lo que haya que cambiar y se hacen miles de verificaciones y ensayos complementarios. Cuando se fabriquen en serie estos cohetes, el proceso será más simple y más rápido que con los actuales [Ariane 4]". Esta campaña empezó el 4 de marzo y durará entre 50 y 60 días, útiles. Una normal debe limitarse a 21 días útiles.Desde la sala de control Júpiter, Monreal verificaba el jueves con los técnicos todos los parámetios antes de comenzar la cuenta atrás. Mientras, los responsables del Ariane 5 en el centro espacial francés (CNES) y la Agencia Europea del Espacio (ESA) resumían lo que se pretende con el cohete: mayor fiabilidad, simplicidad y capacidad de lanzamiento, todo ello a un precio de lanzamiento que aspira a ser el 90% de lo que cuesta ahora el modelo más potente de los Ariane 4.

Sin embargo, poner todo a punto no es fácil y una de las causas del retraso ha sido conseguir que funcionen conjuntamente de forma correcta todos los sistemas de control, que están duplicados.

El Ariane 5 tiene bastantes cosas distintas de sus antecesores. Por lo pronto la torre de conexiones con el cohete no es fija, sino que se monta directamente sobre la plataforma al mismo tiempo que el cohete y se traslada todo al lugar de lanzamiento. La capacidad de poner carga en órbita geostacionaria es mayor. (6..800 kilogramos en un lanzamiento simple y 5.470 kilogramos en un lanzamiento doble). También puede poner en órbita baja elementos de la futura estación internacional Alfa y puede tirar igualmente a órbita polar.

Varias etapas

El nuevo cohete tiene en total cuatro motores. La etapa principal es criogénica (el combustible es oxígeno e hidrógeno líquidos mantenidos a baja temperatura) con el nuevo motor Vulcain. A los lados van dos grandes cohetes de combustible sólido, similares a los que lleva el transbordador espacial, que serán recuperados para su análisis aunque no serán reutilizados. Luego, debajo de los satélite, va una pequeña tercera etapa para la satelización.Los cohetes de combustible sólido (perclorato de amoníaco y aluminio) son los mayores que ha hecho Europa hasta ahora, proporcionarán el 90% del empuje durante los dos primeros minutos y se fabrican en la Guyana. La etapa criogénica viene de Europa por barco en un enorme contenedor. Esta etapa es la más delicada en cuanto a funcionamiento y manipulación y la que da mayores problemas de seguridad.

Aunque mucho menor que el gigantesco Saturno que envió al hombre a la Luna, el Ariane 5 tiene el tamaño adecuado para competir en los próximos años con los cohetes estadounidenses y el transbordador, y con los cohetes rusos y chinos que van entrando, aunque con dificultades, en el mercado mundial. Se trata de enviar grandes satélites mucho más cerca que la Luna, a la órbita geostacionaria, situada a 36.000 kilómetros de altura.

Después de tantos años, tantas inversiones y construcciones de fábricas y hangares, la expectación ante el lanzamiento es grande, pero el optimismo también: "No hay que preguntar cuándo es el lanzamiento, sino si va a salir bien, y a eso se, puede responder que sí", afirma Juan de Dalmau, ingeniero español del programa Ariane 5 de la ESA.