Spin Doctors se recupera de los efectos de la 'kriptonita'
El grupo neoyorquino salva su crisis con un tercer álbum
Tener un bolsillo lleno de kriptonita, puede ser peligroso. Superman ya lo sabía. Y los Spin Doctors, que triunfaron con un tema que se titulaba así, vieron cómo la fama tan dificilmente conseguida se les esfumaba con su segundo trabajo. Después de una crisis vuelven ahora, más filosóficos, en busca de una nueva oportunidad con un disco que afirma You've got to believe in something (Hay que creer en algo).
Entre el segundo álbum y el tercero, Spin Doctors sufrió una serie de crisis. El escaso éxito de ese trabajo y los problemas con su guitarrista pusieron en peligro la continuidad de la banda. "Cuando terminamos el segundo álbum teníamos graves problemas con nuestro anterior guitarrista. Renunció, o lo echamos, no sé. Explotó una situación. Vimos peligrar el futuro de la banda. Y eso fue muy importante para nosotros porque nos sentamos a enfrentar la posibilidad de acabar con el grupo, pero decidimos seguir juntos, fue una decisión con. la que estábamos totalmente comprometidos", explica el cantante Chris Barron.House, uno de los temas de este nuevo álbum habla sin tapujos del vaivén de su carrera (De los andrajos a la riqueza y de vuelta otra vez...). "Esa canción la cantaba yo en vivo, improvisando la letra mientras la cantaba. No habíamos querido grabarla quizá por esa cualidad evasiva de la letra, pero al Final lo hicimos", cuenta Barron.
El público y sus reacciones son un banco de pruebas para Spin Doctors, una banda que ha ofrecido hasta 200 actuaciones al año. Aaron Comess, el batería del grupo, piensa que es ahí donde cuajan los temas: "Nos gusta ver las reacciones del público ante los temas nuevos", dice, "y también ver ante ellos cómo van desarrollándose cada uno de los temas mientras los trabajamos".
Dormirse en los laureles del éxito es peligroso, pero ellos parecen haber aprendido algo. "Ahora sabemos que todo depende de nosotros mismos, que no debemos dejar que otra gente decida o tome el control de nuestra carrera, porque no te tratan como persona sino corno una máquina. No son ellos los que se agotan o se queman", afirma Comess.
Según Barron "para ser creativo tienes que disponer de tu reserva de energía. Si la gastas simplemente para sobrevivir inviertes el proceso. Los sentimientos intensos quedan disminuidos, anestesiados".
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