EL JAMÓN ILEGAL
"Es una maravilla cortar jamón aquí, en Washington, en EE UU, con lo que esto representa para los andaluces". El cocinero Ángel Castillo Vázquez, asistido por Manuel Domínguez Díaz, cortaba el pasado lunes con autoridad y diligencia las primeras lonchas oficiales de jamón de jabugo en territorio norteamericano, antes de la conclusión de los trámites burocráticos que autorizan las importaciones. El "histórico momento", en palabras de Fernando Solano, gerente de la denominación de origen del jamón serrano, servía para lanzar la gira de empresarios y representantes políticos de Huelva en EE UU, con visitas a Washington, Miami, Houston y Corpus Christi (Tejas), las dos últimas ciudades hermanadas con Huelva y Lepe. La mejor prueba de que el jamón es un producto que todavía no está libre de toda sospecha era la presencia de Masoud A. Malik en el restaurante español de la capital norteamericana en el que se celebraba el almuerzo. La misión de Malik, un funcionario de los Servicios Veterinarios del Departamento de Agricultura, era la de vigilar que el "peligroso" jamón ibérico no saliera del local, para el que se había solicitado un permiso especial de consumo. Todo lo que no se comiera durante la jornada. debía ser incinerado al día siguiente. "Es cuestión de meses; seguramente hacia el verano estarán todos los trámites cubiertos y podrán comenzar las importaciones", casi se disculpaba Malik, que no probó el jamón -ni el vino que le acompañaba o el fino que le precedió- por razones religiosas, aunque comprendía el revuelo formado. "Estoy seguro de que está muy bueno", afirmó, después de haber aguantado la visión de una pata de cerdo mostrada en triunfo y vitoreada por la concurrencia. Cuando la luz verde sea definitiva, la Junta de Andalucía lanzará la campaña de 800 millones de pesetas protagonizada por Antonio Banderas para promocionar en Norteamérica el consumo de aceite de oliva, jamón, lomo y otros varios productos de alimentación de producción andaluza.-
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