Demasiado fácil
Ramón Plandiura, abogado del Colegio de Psicólogos, ppina que incluso situaciones como la vivida en la escuela escocesa en la que escolares y maestra murieron a manos ole un tirador con permiso de armas son también posibles en España, dada la. flexibilidad dé la normativa, "contrariamente a la rigurosidad de tramitación que se supone en nuestro país".En ello coincide la. psicóloga Pilar Gualda: "Si no hay más licencias, es porque mucha gente desconoce la tramitación". Normalmente, una licencia tarda un año y medio en concederse, pero las sucesivas renovaciones son prácticamente inmediatas.
Los expertos caracterizan a los solicitantes y renovadores de licencias de armas en Barcelona como "varios miles de varones -muy pocas son mujeres-de unos, 50 años, cazadores, o tiradores olímpicos, estresados hombres de negocios o payeses aficionados a la caza".Los psicólogos recomendaron el pasado año algunas modificaciones en la normativa a la Administración, sin haber obtenido respuesta.
Fuentes del Gobierno Civil de Barcelona señalaron, por su parte, que "el decreto regulador de las licencias de armas es para todo el Estado, por lo que no se puede modificar sólo en Barcelona". "Una persona puede matar con una escopeta y también con un hacha, pongamos por caso, si Se vuelve loca, pero poco podemos prever más que lo señalado por la normativa".
"A veces, cuando leo en los periódicos que ha habido una tragedia causada por armas, me siento tan insegura, que me da miedo pensar si puedo haber sido yo quien certificó la salud mental del que disparó", lamenta Pilar Gualda. "Lo correcto sería aplicar, como mínimo, el llamado Test de Minessota, con unas 600 preguntas y con más de dos horas de duración".
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