Los cuatreros cabalgan de nuevo

Los cuatreros cabalgan de nuevo. No en las vastas praderas del lejano Oeste, sino en la montuosa orografia del Principado de Asturias, y no en corceles al galope, sino en una flota de vehículos Ford. Once personas han sido detenidas en las últimas horas como supuestos integrantes de una red organizada de modernos ladrones de ganado que desde hacía tres años venían actuando en diversos municipios de la la región, fundamentalmente en las áreas central y oriental. Se les acusa de haber sustraído en ese periodo más de un centenar de reses, en su mayor parte de ganado vacuno, pero también ovejas, corderos, palomas y otras especies avícolas.Su codicia no se limitaba al hurto de animales. En las explotaciones ganaderas que asaltaban, así como en viviendas aisladas del medio rural, la banda había robado durante los tres últimos años todo tipo de aperos de labranza, maquinaria agrícola e industrial, herramientas, electrodomésticos, joyas y otros efectos, que en parte han podido ser recuperados. A los detenidos les fueron incautados por la Guardia Civil 15 vehículos robados, dotados de placas falsas, todos de la misma marca aunque de modelos diferentes, y en los que se descubrieron restos de heces de ganado en los asientos posteriores y en el maletero.

También se les ocupó armamento: dos pistolas y seis carabinas, una de ellas recortada, amén de telescopios, equipos de soldadura, cajas de herramientas, taladros eléctricos, esmeriladoras y cizallas, mazas y palanquetas utilizadas para forzar las cerraduras. Producto de los múltiples hurtos, se hallaron electrodomésticos y joyas y, aún con vida, 5 terneros y 93 aves, así como 19 perros de raza.

La organización estaba en posesión de 10 motosierras, con las que se sospecha que en algunos casos sacrificaban el ganado in situ y lo troceaban para su posterior comercialización. Pero, por lo común, las reses eran transportadas en una furgoneta y 14 turismos hasta una explotación propiedad de un ganadero, que ha sido detenido como supuesto receptador. Casi todos los detenidos son propietarios de fincas y establos, que podrían ser utilizados como tapadera.

Los cuatreros actuaban en varios vehículos, cada uno con cuatro o cinco ocupantes, que, tras merodear por la zona elegida y someter a vigilancia las viviendas, procedían a forzar las cerraduras de las cuadras y fincas en las que perpetraban los robos. La flota de vehículos se ocultaba en un garaje alquilado por uno de los detenidos en la localidad de Tuilla (Langreo), en el valle minero del Nalón. Los supuestos integrantes de la trama son en su mayor parte vecinos de diversas localidades de esa cuenca hullera, así como de la comarca carbonera del Caudal. Uno de ellos reside en Gijón.

Aunque las primeras denuncias de sustracción de ganado se remontan a hace tres años, las sospechas sobre la existencia de una red organizada de robo y sacrificio de reses para su posterior comercialización ilegal empezó a tomar cuerpo hace unos meses, cuando las operaciones comenzaron a cobrar un carácter sistemático e intensivo que hizo sospechar de la existencia de una infraestructura organizada para perpetrar un tipo de delito tan insólito y que se estaba cometiendo en un territorio muy amplio de la región. Las denuncias procedían de diversos municipios de la zona central de Asturias (Langreo, Mieres, Riosa, Morcín; Quirós y Gijón, entre otros), pero tambieén del extremo oriental del Principado.

La operación policial se intensificó hace varias semanas y se concibió en un doble ámbito de actuación. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Serprona) de las comandancias de la Guardia Civil de Gijón y de Oviedo se responsabilizaron de vigilar e investigar cuantos movimientos de reses se producían en el medio rural. A la vez, se indagó en los mercados ganaderos de la región para detectar ventas irregulares de reses y la presencia de tratantes y operadores que no dispusieran de la pertinente licencia fiscal. El resultado ha sido la detención de 11 personas, de las que sólo se ha facilitado las iniciales.